El conflicto de Yemen muestra cómo la falta de democracia y el choque ideológico pueden destruir un país. Para hablar de la guerra civil yemení de 2015, es imprescindible entender la inestabilidad política de Yemen que existió desde el inicio de la unificación y hasta hoy en día. Asimismo, la internalización del conflicto de Yemen que se inició junto con el exilio del presidente Abd Rabbu Mansur al-Hadi a Arabia Saudita, está relacionada con las dos ramas islámicas, chiismo y sunismo. A continuación, se analiza la escalada del conflicto de Yemen desde su unificación (1990) hasta la actualidad.
Guerra civil de Yemen de 1994. El 22 de abril de 1990 se firmó el Acuerdo de Saná, que establecía las bases de la unificación y las normas del funcionamiento del nuevo Estado yemení en un período transitorio de 30 meses. El 22 de mayo el presidente de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte), Ali Abdullah Salé, y el presidente de la República Democrática Popular de Yemen (Yemen del Sur), Haydar Abu Bakr al-Attas, proclamaron en Adén la República de Yemen.
Sin embargo, la brecha ideológica entre los tradicionalistas norteños y los progresistas sureños intimidó esta unificación de Yemen. La alianza del Congreso General del Pueblo (CGP) y el Partido Socialista de Yemen (PSY) entró en crisis antes de los comicios de 1993 al no prosperar un intento de fusión partidista. Esta tensión contribuyó las urgencias del partido tradicionalista, Al-Islah, para que la sharía quedase como única fuente de la constitución yemení.
Por otro lado, los dirigentes del PSY se descontentaron por el dominio del CGP en la Asamblea de Representantes de Yemen. El 11 de octubre de 1993 Salé fue reelegido como presidente de la República de Yemen y el vicepresidente, Ali Salim Al-Baid, rehusó participar en el gobierno unificado. Asimismo, Baid pidió el fin de la violencia contra los miembros del PSY, la detención de los autores de los últimos asesinatos de miembros de su partido y la adopción de reformas sobre la desmilitarización y la modernización del país.
A pesar de las conversaciones entre Salé y Baid en Ammán, una ciudad situada cerca de Saná, el 5 de mayo el país se sumergió en la guerra civil abierta. Salé decretó el estado de emergencia a fin de neutralizar a los elementos progresistas y causó a Baid de conducir a la nación al abismo del fratricidio.
La guerra entre las fuerzas gubernamentales comandadas por Salé y el ejército progresista del sur que luchaba en nombre del PSY duró setenta días. Las fuerzas gubernamentales bombardearon la ciudad sureña de Yemen, Adén, y mataron a cientos de civiles yemeníes. Además, destruyeron una estación de bombeo de agua y cortaron el suministro de agua de Adén.
Finalmente, el 5 de julio de 1994 los nordistas ocuparon la ciudad sureña de Yemen, Adén y dos días después Salé anunció la victoria total. El 27 de julio Salé levantó el estado de emergencia. La guerra civil causó entre 8.000 y 10.000 víctimas y la mayoría fueron combatientes y civiles sureños. Después del fin de la guerra, el gobierno detuvo más de cientos miembros del PSY y excluyó la amnistía general de Baid, Attas y otros 14 altos dirigentes de los progresistas.
Rebelión huti (2004-2010). Desde el 2004 hasta el 2010 hubo total seis guerras entre los hutíes y el gobierno yemení. Dicha serie de ataques armados fue provocada por la falta de democracia en Yemen, el apoyo de Salé en la invasión estadounidense de Irak de 2003 y el asesinato del Jeque Huseein Badreddin al Houthi, fundador del movimiento hutí. La evolución de estas seis guerras está detallada en la línea de tiempo anterior.
Primavera Árabe (2011). Gracias a la llegada de la primavera árabe en Yemen, el enero de 2011 comenzaron las manifestaciones que pidieron la dimisión de Salé. Debido a una creciente presión nacional e internacional, Salé dimitió como presidente de Yemen. El ex presidente, Abd Rabbu Mansur Hadi, asumió el cargo de presidente interino en una transición negociada por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Sin embargo, Hadi no consiguió resolver problema y conflicto nacional de Yemen debido a la continua rebelión de los hutíes. Teniendo en cuenta que la principal rama del islam de Arabia Saudita es sunismo y la ideología basada de los hutíes es chiismo, la investidura de Hadí muestra la brecha ideológica entre el movimiento hutí y el gobierno central.
Adquisición de los hutíes (2014). El 2014 la administración de Hadi anunció el recorte de las subvenciones de los combustibles y este recorte se convierte en el florecimiento de la guerra civil de Yemen. El 18 de agosto de 2014 los hutíes comenzaron las protestas masivas y ocuparon gran parte de Saná al final de ese mismo año. Además, los hutíes continuaron su avance hacia el sur. En consecuencia, el gobierno de Hadi renunció bajo presión en el enero de 2015 y, posteriormente, Hadi huyó a Arabia Saudita.
Internalización del conflicto (2015). El presidente Hadi solicitó la intervención militar de los estados árabes y del Golfo. El 2015 Arabia Saudita lanzó ataques aéreos contra posiciones del grupo armado de los hutíes en Saná y Sada con el fin de restaurar la administración de Hadi en Saná.
Según Congressional Research Service, desde la internalización del conflicto de Yemen (2015), Arabia Saudita lanzó ataques aéreos continuamente en el norte de Yemen y los hutíes lanzaron misiles balísticos y vehículos aéreos no tripulados en territorio saudí. Dicha serie de ataques aéreos continuó hasta a principios de marzo de 2021. El Yemen Data Project, un proyecto de recopilación de datos, ha contabilizado más de 22,700 ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudi desde marzo de 2015 hasta la fecha de la elaboración de presente análisis.
El septiembre de 2015 fue el mes con más ataques aéreos. Hubo total 921 ataques aéreos lanzados por la coalición liderada por Arabia Saudita solo en este mes. Por otro lado, entre el abril y el mayo de 2016 hubo un gran reducido de los ataques aéreos en Yemen. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) acordó un alto el fuego entre las fuerzas gubernamentales de Yemen, respaldado por Arabia Saudita, y los hutíes el abril de 2016. Este intento del alto el fuego está relacionado con la disminución de los ataques aéreos en Yemen. Sin embargo, según el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, persistían divisiones profundas entre ambos bandos y el alto el fuego no fue respectado. Como consecuencia, el número de ataques aéreos por parte de la coalición liderada por Arabia Saudita por mes volvió a subir desde el agosto de 2016.
A través del mapa anterior se puede ver los ataques aéreos por parte de la coalición liderada por Arabia Saudita por gobernación de Yemen y por mes.
Ya que la gran parte del norte de Yemen está controlada por los hutíes, los ataques aéreos lanzados por la coalición liderada por Arabia Saudita solían apuntar hacia las gobernaciones del norte de Yemen. La gobernación más afectada por los ataques aéreos que se cometieron desde el marzo de 2015 y hasta la actualidad es Sa`dah.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) informa que el agosto de 2016 fue un mes marcado por la escalada de las actividades militares de los rebeles hutíes y la coalición liderada por Arabia Saudita. El uso de artillería y ataques aéreos se intensificaron en las zonas de las gobernaciones de Al Jawf, Saná, Shabwah, Taizz y Marib y en la frontera entre Yemen y Arabia Saudita. Por ello, provocó un mayor número de víctimas civiles y destrucción de infraestructura civil.
La OCHA también indica que, desde el inicio de la intervención de Arabia Saudita en la guerra civil de Yemen hasta el agosto de 2016, se reportaron más de 40.000 víctimas (6,787 muertos y 33,857 heridos) en Yemen. La gobernación más afectada fue Taizz. Sin embargo, debido a la dificultad de recopilar datos de víctimas, la OCHA afirmó que probablemente las cifras reales fueran significativamente más altas.
Además del daño físico, el conflicto de Yemen tuvo un impacto significativo en el acceso al desplazamiento forzado de Yemen. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 4 millones de personas han sido desplazadas por el conflicto de Yemen.
Tiempo de pandemia (2020-2021). Mientras que Arabia Saudita propuso un alto el fuego en Yemen a fin de evitar la propagación del covid 19 en Yemen, en marzo de 2020 la administración estadounidense anunció la congelación de 73 millones de dólares en ayuda humanitaria en Yemen, por temor a que los rebeldes hutíes controlen la ayuda. El ministro de Sanidad yemení, Qasem Buheibih, pidió ayuda a otros países árabes en su lucha contra la covid 19. La pandemia de covid 19 y el corte de la ayuda económica de EE. UU. han agravado la crisis humanitaria de Yemen.
Alto el fuego (22 de marzo de 2021). El 22 de marzo de 2021, el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Faisal bin Farhan bin Abdullah, propuso un alto el fuego en Yemen. Sin embargo, los hutíes rechazaron la propuesta de Faisal y afirmó que sin retirada del cierre del aeropuerto de Arabia Saudita y el puerto del Al Hudayda no había posibilidad de aceptar el alto el fuego propuesto por Arabia Saudí.
El 4 de febrero de 2021, el presidente Biden anunció que su administración aumentaría los esfuerzos de Estados Unidos para resolver el conflicto en el Yemen al nombrar un enviado especial a Yemen y poner fin al apoyo de EE. UU a Arabia Saudita, incluidas las ventas de armas.
El 13 de mayo de 2021 los hutíes lanzaron una operación militar contra las instalaciones de la petrolera estatal de Arabia Saudita. El portavoz de operaciones militares de los hutíes, Yahya Sari, señaló que el grupo ha disparado siete misiles balísticos y drones.
Antes de que se internalizase el conflicto de Yemen el 2015, la población yemení ya estaba viviendo bajo un constante ataque armado por parte de los movimientos hutíes y el gobierno central. Sin embargo, la intervención de la coalición liderada por Arabia Saudita desde 2015 ha agravado el conflicto de Yemen. En consecuencia, actualmente los civiles yemeníes se obligan enfrentarse a una crisis humanitaria. Por un lado, la crisis causada por la pandemia y el agotamiento de ambos bandos provocaron un alto el fuego. Sin embargo, los hutíes lo rechazaron y siguen cometiendo los ataques armados. Por lo tanto, el fin de guerra en Yemen sigue sin aparecer y se considera como la peor crisis humanitaria del mundo.
Jungyun Yuna Lee