Elmira Loffredo, Paula Rodríguez, Sebastian Rojas
Cuatro mil agricultores se reúnen en la Puerta de Alcalá, según la Delegación de Gobierno de Madrid, junto a sus tractores en forma de protesta contra las políticas agrarias. Esta masiva huelga fue convocada por Unión de Uniones, la cuarta organización agraria más grande de España.
Los protestantes están pidiendo al Gobierno español que cambien las exigencias ambientales, una Política Agraria común más flexible o apoyo para solucionar las sequías. Entre las peticiones se encuentra: un freno a la competencia exterior, una mayor flexibilidad con las medidas ambientales que protejan a explotaciones, sean medianas o pequeñas, y precios igualitarios y justos ante el aumento de costos.
La protesta nace por una situación de crisis en el sector agrario y por las débiles políticas para el sector de la Unión Europea, del Gobierno español y de las propias Comunidades Autónomas. Los agricultores defienden que su situación necesita una acción inminente y organizada por parte de los gobiernos. Se pide un plan de choque en el que se incluyan soluciones a todas sus demandas a nivel internacional, incluyendo toda la Unión Europea.
En España se siguen los pasos de otros países en Europa, como Alemania y Francia. El Gobierno alemán se enfrentó al estallido de protestas frente a sus monumentos más importantes, como la Puerta de Brandenburgo en Berlín, y con tractores obstaculizando las calles y autopistas. En Francia los campesinos hacían declaraciones como “Queremos que los parisinos pasen hambre”, e iniciaron su huelga tras sufrir significantes pérdidas por culpa de retrasos en el proceso de recolección, aumento de costes, mala organización de envíos y el exceso de oferta.
De camino al Ministerio de Agricultura se encuentran cinco frentes distintos llenos agricultores y tractores, con la idea de colapsar Madrid y dar a conocer la gran molestia con la que se encuentran. En un dramático giro de los acontecimientos, los agricultores, decididos a hacer oír sus demandas, han lanzado una advertencia contundente: “si no se les permite la entrada con todos los tractores, están dispuestos a acampar en el corazón de Madrid”. Con una determinación innegable, cientos de ellos han convergido en la Puerta de Alcalá, en la Plaza de la Independencia, obstaculizando el acceso como un acto de protesta enérgico.
Sin embargo, la movilización se ve obstaculizada por la presencia de la guardia civil que obliga a que los tractores se detengan, cortando puntos estratégicos como Torrejón de la Calzada, Arganda del Rey y Guadarrama, impidiendo así su avance hacia la capital. Ante esta situación, los manifestantes reunidos en la Puerta de Alcalá han expresado su determinación, advirtiendo que están preparados para establecer un campamento si no se les garantiza la entrada a todos los participantes. Mientras tanto, las tensiones crecen en otras áreas, con la intervención de las fuerzas antidisturbios retirando a algunos participantes que bloquearon la A-42, en un esfuerzo por restablecer el flujo de tráfico en la carretera principal.
El miércoles 21 de febrero, siendo las 12:15PM y con un retraso de más de dos horas, llega una gran cantidad de tractores por la calle Alcalá. Aunque la espera ha sido larga, la llegada de los vehículos agrícolas es recibida con entusiasmo y aplausos por parte de los manifestantes congregados.
Entre la multitud, destaca la presencia de un anciano de setenta y cinco años sosteniendo un cartel que proclama: “sin campo no hay vida”. Con una voz firme y llena de convicción, expresa su apoyo a la protesta y su creencia en la importancia vital de la agricultura para el país. “He venido a acompañar a España entera, a la gente de bien”, declara. “Hay que respetar a los agricultores, que son muy trabajadores y nos dan vida”.
Los agricultores y ganaderos marchan con orgullo, acompañados por el sonido de bombos y trompetas que resuenan en el aire. Los tractores, rojos, azules y verdes, avanzan lentamente, mientras las banderas de España ondean en lo alto. Los carteles y pancartas transmiten un mensaje claro y contundente: “Sin agricultura y sin ganadería, tu mesa está vacía”, “no hay futuro sin los agricultores”, “hambre o agricultura”. La atmósfera está cargada de emoción y determinación, con manifestantes tocando campanas y gritando mensajes de apoyo.
Entre la multitud, se encuentran agricultores que han viajado durante horas para unirse a la protesta. Uno de ellos, desde Cuenca, relata su odisea para llegar a Madrid y hacer oír su voz. “Es importante estar aquí para que nos valoren y nos pongan precios justos”, declara. Otro, proveniente de Valencia, expresa su desesperación ante la difícil situación del sector. “Así no se puede trabajar”, lamenta. “No somos terroristas, somos agricultores”.
La protesta llega a su punto crucial cuando los manifestantes se posicionan en frente de la Puerta de Alcalá, el símbolo de la ciudad. La emoción es palpable en el aire, mientras los tractores y los autos que los acompañan se detienen frente al imponente monumento.
Con el atardecer como telón de fondo, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha anunciado el fin de la protesta, tras una jornada marcada por la determinación y el compromiso de los manifestantes. Aunque las cifras varían, la organización agraria estima que hasta 13.000 personas han participado en la manifestación, mientras que el Gobierno reduce la cifra a un máximo de 4.000 manifestantes. Con el fin de la protesta, los agricultores y ganaderos regresan a sus hogares con la esperanza de que sus demandas sean escuchadas y atendidas por las autoridades pertinentes.
Siguiendo el calendario de protestas, organizado por COAG, UPA, ASAJA, y más organizaciones que trabajan para favorecer el sector agrario, este lunes 26 de febrero vuelven a protestar miles de personas en el centro de la capital española para continuar exigiendo soluciones y el respeto de sus derechos. Esta vez, los agricultores buscaron coincidir otra tractorada con la fecha de la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, y comenzando desde el puente de Arganda, se reunieron frente al Ministerio de Agricultura, para luego dirigirse a la Oficina de la Comisión Europea.
Las organizaciones agrarias mencionadas, junto otras como la ASAJA, han asegurado que el calendario de protestas marca huelgas y levantamientos en el país durante marzo, abril y hasta mayo, pero además de estas acciones planeadas en esta agenda, se han dado otros movimientos por independientes, sin contar con los permisos correspondientes.
El Ministerio del Interior ha informado que, hasta ahora, la Policía Nacional ha detenido a alrededor de sesenta protestantes por resistirse y no obedecer órdenes de los uniformados. Aunque el día ha llegado a su fin, el mensaje de los manifestantes resuena en todo el país, recordando la importancia vital del sector agrario y la necesidad de apoyo y reconocimiento por parte de la sociedad y el gobierno.