Julio Esteban Jiménez Mercado
La madrugada del lunes 26 de mayo de 2025, Madrid vivió una escena propia de una película de acción. Dos jóvenes protagonizaron una peligrosa persecución policial que incluyó disparos y una huida en sentido contrario por la M-30.
Todo comenzó alrededor de las 2:30 horas, cuando una patrulla de la Policía Nacional detectó un vehículo eléctrico de alquiler circulando a gran velocidad por la calle Méndez Álvaro, en el distrito de Arganzuela. Al intentar detener el coche, los ocupantes respondieron con una maniobra evasiva, llegando incluso a intentar atropellar a uno de los agentes, según fuentes policiales.

La M-30 / EMESA
Ante la amenaza, uno de los agentes disparó su arma: dos tiros al aire como advertencia y otros dos dirigidos a una de las ruedas del coche, alcanzando uno de ellos el objetivo. Sin embargo, el vehículo continuó su huida, impactando contra diversos elementos urbanos a su paso.
En un giro aún más peligroso, los sospechosos accedieron a la M-30 circulando en sentido contrario, lo que obligó a los agentes a iniciar una persecución de alto riesgo en esta vía de circunvalación tan transitada.
El intento de fuga no fue largo: tras recorrer unos 200 metros, el coche sufrió una avería repentina al abrirse el capó, lo que obligó a sus ocupantes a detenerse. Fue en ese momento cuando los agentes consiguieron arrestarlos.
Los detenidos son dos jóvenes de 16 y 23 años. El conductor del vehículo, sin embargo, logró escapar y está siendo buscado. La Policía investiga si los arrestados están vinculados al robo del coche, que fue sustraído a través del sistema digital de la empresa de alquiler. También se están revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad para esclarecer todos los detalles del suceso. Este incidente se suma a una serie de persecuciones recientes en la capital, destacando la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y control en las vías urbanas.