Nico Paz eclipsó a la Juventus

Fabrizzio Ferrari

La Juventus volvió a decepcionar y cayó 2-0 en su visita al Como, alargando a seis partidos su racha sin victorias y dejando una sensación de crisis que ya trasciende lo futbolístico. Lo más preocupante no fue el resultado, sino la apatía, la falta de reacción y la ausencia total de identidad en un equipo que parece haber perdido cualquier rastro de grandeza.

Los dirigidos por Igor Tudor formaron con un 4-3-3, algo inusual, ya que es la primera vez en la temporada que la Juve prescinde de la línea de cinco en el fondo.

El partido comenzó con una Juventus desconcentrada, mal posicionada y sin la intensidad mínima que exige un encuentro de Serie A. A los cuatro minutos, Marc-Oliver Kempf aprovechó una defensa estática para abrir el marcador. La ausencia de Bremer volvió a notarse: sin el zaguero brasileño, la defensa bianconera se mostró vulnerable y descoordinada.

El gol tempranero de Como no despertó ninguna reacción, sino resignación. La Juventus siguió jugando como si nada hubiera pasado, acumulando pases horizontales y sin profundidad en las transiciones.El mediocampo no logró generar juego ni recuperar el balón en los momentos críticos. La circulación de la pelota fue lenta y predecible, y cualquier intento de crear peligro se diluía antes de llegar al área rival. La posesión fue solo un dato estadístico: sin claridad ni agresividad, la Juventus nunca logró imponerse en ningún sector del campo.

El control del balón fue más un espejismo que una herramienta. La Juventus mantuvo posesión, sí, pero la estadística ocultaba la ausencia de profundidad y creación de peligro. Los pases horizontales se sucedían sin efecto, los movimientos en ataque eran lentos y los intentos de penetrar la defensa rival resultaban previsibles. En lugar de imponer condiciones, el equipo parecía esperar un error ajeno que nunca llegó, reflejando una dependencia excesiva del rival y una incapacidad de generar soluciones propias.

El inicio del segundo tiempo no ofreció mejoras. La Juventus intentó acercarse al empate, pero sus esfuerzos carecieron de velocidad, decisión y precisión. Cada intento de generar peligro fue neutralizado sin dificultad por Como, que jugó con orden y confianza. La segunda anotación del equipo local fue la consecuencia natural de la pasividad y desorganización bianconera. La sensación de impotencia se hizo evidente: un equipo que históricamente impone respeto quedó reducido a mero espectador de su propio encuentro.

El planteamiento de La Vecchia Signora fue muy cuestionable. Igor Tudor decidió ubicar a Kalulu, uno de sus mejores centrales, como lateral derecho, una elección que no dio resultados. La línea de cuatro, con Kelly y Rugani como centrales, fue superada en todas las ocasiones por Como. Kenan Yildiz volvió a jugar por la banda izquierda, y aunque ha mostrado buen rendimiento en ese sector, su potencial creativo se desperdicia lejos de la posición de enganche, donde podría influir más en el juego ofensivo, debido a que ya no tendría que realizar tareas defensivas. 

En la otra cara de la moneda tenemos a Nico Paz. El enganche argentino brilló en su máximo esplendor. Un gol y una asistencia para sellar un partido monumental. El 10 del Como es uno de los jugadores más buscados por los grandes europeos, aunque el Real Madrid es dueño de su pase y parece ser que la nueva joya del calcio vestirá la camiseta merengue la próxima temporada.  

La Juventus confirmó lo que ya venía demostrando en los últimos partidos: no están al nivel esperado. A pesar de estar a solo cuatro puntos del liderato, los turineses carecen de un juego sólido que los lleve a pelear por el Scudetto, y todo indica que su lucha se centrará nuevamente en puestos de Champions League. El siguiente desafío del equipo italiano será contra el Real Madrid en el Bernabéu, por la fase de grupos de la Copa de Europa.

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