Martha Esther Guerra De la Cruz
“El Cantante del Ghetto” eligió Madrid para poner el broche final a su gira por Europa, y la capital respondió con todo. El domingo 26 de octubre, el Palacio Vistalegre Arena se convirtió en el centro del reguetón latino con un concierto de Ryan Castro que provocó energía y emoción hasta el último minuto.

La cita madrileña fue la última parada de una gira que también lo llevó por grandes ciudades como Berlín, Zúrich, Róterdam y Milán, un recorrido que confirmó su crecimiento como uno de los nombres más potentes del género urbano actual. Y qué mejor forma de cerrar el tour que con una noche donde el público no solo asistió, sino que vivió cada canción.
La espera y la emoción previa
Sobre las 21:20, las luces se apagaron quedando solo la iluminación de las linternas. A raíz de esto, empezaron a llegar los vocalistas del cantante con un sonido ambiente que daba a entender que el concierto estaba a punto de empezar. Luego aparecieron llamas en una pantalla gigante, y así es como el cantante colombiano apareció en el escenario subiendo por un puente fijo que pusieron al principio. El show arrancó con “REBECCA”, marcando el inicio de uno de los mejores conciertos de su gira.
Horas antes del inicio, cientos de fans ya se encontraban ubicados en un sitio fijo, sobre todo en pista, guardando su lugar como si fuera oro. Todos compartían un único objetivo, ver y escuchar a su ídolo lo más cerca posible.
Entre los asistentes, destacó una gran comunidad colombiana que llevaban banderas, pancartas con mensajes para que él los vea y coreaban su nombre con orgullo. El Palacio de Vistalegre se tiñó de amarillo, azul y rojo, convirtiéndose por unas horas en un pedacito de Colombia en Madrid.
En primera fila destacaba una joven llamada Tatiana, que, a pesar de sostener una muleta debido a una lesión, no dejó que nada le impidiera conseguir un buen lugar. “Si me preguntaran qué me tiene aquí, diría que El Cantante del Ghetto me ha ayudado a salir de una ansiedad y una depresión que tengo desde hace un año, y aquí estoy con él. Vengo desde Murcia y somos de Chinchiná, Caldas (Colombia)”, contó emocionada.
Por otro lado, entre el público se encontraba un padre junto a su hijo, casi frente al escenario, ambos vestidos con la merch del cantante. Jesús David, el padre, comentó: “Vengo desde Getafe y, bueno, las expectativas para el concierto son pasarlo súper. Es un gran artista, de lo mejor. Somos fans número uno, y venimos a disfrutarlo. Aquí estoy con este mini fan, que es su primera vez en un concierto”.
Ryan Castro en su concierto de Madrid del 26 de octubre del 2025. Vídeo de: Martha Esther Guerra De la Cruz
Una lista de canciones llena de éxitos
Ryan Castro desplegó un setlist cargado de hits. Entre los más coreados por sus fans destacaron “SQ”, “Parte y choque”, “Mujeriego”, “DÓNDE”, “QUEMA” “Ritmo que nos une” y “Noche en Medellín”, himnos ya imprescindibles en cualquier rumba latina. Cada tema fue recibido con gritos eufóricos, saltos, luces de móvil y un público entregado de principio a fin.
El artista se mostró enérgico y totalmente entregado, incluso durante el concierto, se bajó del escenario para acercarse a los fans y recorrer la pista para compartir la música de manera más cercana. Además, se organizó un mini escenario entre el público, desde donde Ryan interpretó algunos temas como “Ojalá” y «Lejanía”, convirtiendo el recinto en un espacio más íntimo.
El concierto mantuvo su intensidad hasta el final, cerrando con “Ba ba bad (Remix)”, el tema que desató la locura definitiva al ser uno de los hits más sonados del momento en la industria.
Ryan Castro en su concierto de Madrid del 26 de octubre del 2025. Vídeo de: Martha Esther Guerra De la Cruz
Un final perfecto
Al despedirse, Ryan tomó el micrófono con una sonrisa y dijo: “Madrid, un placer, un placer, que Dios los bendiga, la buena”, dijo antes de desaparecer entre los aplausos, como forma de agradecimiento a su público madrileño. Fue el adiós perfecto a una gira que lo consolidó como uno de los artistas latinos más queridos del momento.
Tras el concierto, el artista se dirigió directamente a la discoteca Fitz, donde se celebró su after party oficial, continuando la fiesta con fans y amigos en un ambiente más íntimo y cerrado.