Tristal Hassmann
La tercera edición del PwC Challenge convirtió la Torre de PricewaterhouseCoopers en un escenario real de exigencia profesional donde alumnos de la Universidad Europea demostraron que están preparados para afrontar los desafíos del sector financiero y de la consultoría.
La Torre de PricewaterhouseCoopers (PwC) acogió la tercera edición del PwC Challenge, una iniciativa que volvió a evidenciar el valor de la colaboración entre universidad y empresa como herramienta clave de formación práctica. Estudiantes seleccionados de la Universidad Europea de Madrid se enfrentaron a un reto de alto nivel: presentar y defender propuestas estratégicas ante un jurado formado por senior project managers de la firma, en un entorno que replicó con fidelidad las dinámicas reales del mundo profesional.
Más allá del contenido, el desafío puso a prueba competencias esenciales como la capacidad de comunicación, el pensamiento crítico, la seguridad al exponer, la gestión de la presión y el trabajo en equipo. Los alumnos demostraron una notable madurez profesional, afrontando preguntas exigentes y defendiendo sus ideas con solvencia, claridad y actitud proactiva, cualidades especialmente valoradas por el jurado.
El PwC Challenge no fue solo un ejercicio académico, sino una experiencia inmersiva en la realidad empresarial. Los participantes asumieron roles profesionales, adaptaron su discurso al interlocutor y mostraron una visión estratégica alineada con los retos actuales del sector. Este enfoque permitió a los estudiantes salir de su zona de confort y enfrentarse a situaciones muy similares a las que encontrarán en su futuro laboral.
El papel del profesorado fue también fundamental en el desarrollo de la jornada. Los docentes acompañaron y prepararon a los alumnos para afrontar el reto con rigor y confianza, reforzando la importancia de una formación que combine conocimiento teórico y aplicación práctica. Este trabajo previo se reflejó claramente en el nivel de las presentaciones y en la seguridad con la que los estudiantes defendieron sus proyectos.
Durante el acto, la Decana de la Facultad, Mariló Martínez, puso en valor iniciativas como el PwC Challenge, destacando su importancia para la formación integral del alumnado. Subrayó que este tipo de experiencias permiten a los estudiantes comprender las exigencias reales del mercado laboral, desarrollar habilidades clave y establecer un primer contacto directo con el entorno empresarial, algo fundamental en un contexto profesional cada vez más competitivo.
La jornada volvió a confirmar el impacto positivo del convenio entre PwC y la Universidad Europea de Madrid, que permite trasladar el aula a escenarios reales de decisión y exigencia. Para los alumnos, participar en el PwC Challenge supuso no solo un reto académico, sino una oportunidad única de crecimiento personal y profesional.
Esta tercera edición dejó claro que el talento joven, cuando se enfrenta a desafíos reales y cuenta con el apoyo adecuado, es capaz de ofrecer respuestas sólidas, profesionales y con visión de futuro. Una experiencia que refuerza la apuesta por una universidad conectada con la empresa y orientada a formar a los profesionales del mañana.