Álvaro Pombo, ganador del Premio Cervantes 2024: «El lenguaje es la gran creación humana»

Marian Fernández Álvarez

Como cada primavera, el 23 de abril se hace entrega del mayor galardón de letras hispánicas, el Oscar de la literatura: el Premio de Literatura en Lengua Castellana “Miguel de Cervantes”. Este premio tiene como objetivo “estimular la creación literaria mediante el reconocimiento público de la labor de los autores cuyas obras han destacado especialmente a juicio de un jurado de expertos”, como explica el Ministerio de Cultura, que invoca y otorga este premio cada año. 

El rey Felipe VI haciendo entrega de la medalla al ganador del Premio Cervantes 2024 Álvaro Pombo. Foto: Diario de Santiago.es

El Premio Cervantes, como popularmente se conoce, es el más grande galardón de literatura de la lengua castellana. Desde su primera convocatoria en 1975, se han entregado 50 Premios Cervantes, reconociendo a aquellos autores cuyo legado haya elevado el valor de la literatura hispánica, entre ellos están Jorge Luis Borges junto con Gerardo Diego (1979) la única edición donde hubo dos premiados; Juan Carlos Onetti (1980); Octavio Paz (1981); Carlos Fuentes (1987); Mario Vargas Llosa (1994); Juan Gelman (2007), entre otros. 

Este miércoles 23 de abril, en conmemoración al Día del Libro y la muerte de Miguel de Cervantes, se hace entrega del Premio Cervantes 2024 al escritor cántabro Álvaro Pombo. El rey Felipe VI le entregó al literato de 85 años la medalla y la estatua que acompañan al galardón durante la ceremonia de premiación en la Universidad de Alcalá de Henares, ciudad donde nació Cervantes. En dicha ceremonia se encontraban, además de los reyes de España, el Ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y la Directora General del Libro, el Cómic y de la Lectura, María José Gálvez, quien explicó el proceso para la elección del ganador del Premio Cervantes el 12 de noviembre del 2024.  

La ceremonia iniciaría con el discurso de Urtasun, quien conmemoraría al recientemente fallecido Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Cervantes hace 30 años. A continuación, daría la bienvenida al nuevo miembro del grupo de ganadores del premio: Álvaro Pombo, un “escritor excéntrico, que nos enseña que las novelas son el adentro, el ágora en el que las cosas ocurren, el espacio en el que se intercambian las ideas y la lucidez”. El Ministro de Cultura destaca que sus novelas tienen siempre ese compromiso con la realidad, siendo ensayos persuasivos y brillantes, habiendo encontrado en la literatura un medio discursivo para la invención y reinvención de la vida. Además menciona que las obras de Pombo como “una biblioteca invisible” que esconden las lecciones de diversos autores, destacando autores anglosajones de los siglos XVIII, XIX y XX. En esta biblioteca invisible, ha dejado un espacio especial, “un anaquel dorado”, para las escritoras Jane Austen, Virginia Woolf, Carmen Laforet, Patricia Highsmith y muy especialmente Iris Murdock, quien estaría en el primer libro de Pombo, el poemario “Protocolos” (1973): “he inventado el amor o lo he copiado de un libro de Iris Murdock…”. El ministro concluyó su discurso agradeciendo a Pombo por su compromiso con la creación y el pensamiento, y por enseñarnos que la realidad es la maestra de la vida.

A pesar de las dudas que existían sobre la presencia del galardonado en la ceremonia debido a su delicado estado de salud, el escritor se mostró alegre durante el evento. Aunque tristemente no pudo pronunciar su discurso, el académico de la RAE y amigo del premiado, Mario Crespo, leyó el texto escrito por Pombo. El galardonado destacó en su discurso que este sería “el más alto honor literario y social que le ha concedido nunca España o el mundo”. Su emotivo discurso se dirigió hacia la fragilidad: “(este premio) refleja y expresa toda una fenomenología de la fragilidad hispana, de la fragilidad del mundo y de la fragilidad mía también, como ven, ni siquiera soy yo mismo quien lee este discurso, pero una narrativa de la fragilidad no tiene por qué ser una narrativa fragilizada o rompible, puede ser tan inquebrantable como el texto de Don Quijote de la Mancha…”. El discurso estuvo cargado de reflexiones sobre la historia de España, dando especial reconocimiento a Miguel de Cervantes, y el presente en el que nos encontramos, uno donde “nos hemos convertido entre influencers y mercachifles”. Para concluir, el premiado mencionó que “es muy posible que para alcanzar la grandeza en España, para superar la fragilidad, tengamos todos que llegar a la profundidad y a la pobreza, ahí se desharán los encantamientos, ahí se romperá por fin el cristal, ahí se hará fuerte lo frágil, y los héroes seguirán recorriendo el imperio de su palabra incesante”. 

Álvaro Pombo asiste a los medios después de recibir el Premio Cervantes 2024. Foto: Gustavo Valiente / Cantabria Económica

Después de la gran ovación que ha recibido el escritor después de su discurso, el rey Felipe VI ha dado un conmovedor discurso recordando la importancia del evento, del “reconocimiento a la variedad, riqueza y belleza de la creación literaria; el recuerdo de Miguel de Cervantes y la entrega del premio que lleva su nombre, tres motivos de celebración que se resumen en uno solo: el lenguaje”. Durante su discurso, el rey ha destacado el inteligente humor que se encuentra en las obras del premiado, “convencido de que la sabiduría consiste en venerar las cosas serias y en reírse de los demás, incluido de uno mismo”. Y es verdad, que incluso en su discurso de aceptación del premio, Pombo mostró su sentido del humor al hacer burla de los influencers y el colonialismo español, diciendo que “la fragilidad de España nos lleva una vez más a levantar una capilla a Santiago Matamoros y luego los moros matan a los españoles de Santiago Matamoros”. 

Además, el rey remarcó dos aspectos esenciales de la obra literaria de Pombo que le distinguen como escritor: la bondad y la verdad. La bondad porque, aunque la maldad en el aspecto literario “ofrece más posibilidades”, Pombo siempre la ha presentado en sus obras como un fracaso, una oportunidad perdida; y la verdad porque para Pombo no se trata de una propiedad de los juicios, sino del descubrimiento de una realidad que casi siempre está escondida. El monarca también ha mencionado las obras de Cervantes durante su discurso, uniéndolo a través del tiempo con Pombo, comparando sus trayectorias y sus visiones de la vida. “La edad le ha conferido un noble aspecto quijotesco” bromeó el rey. Después del discurso del monarca, la ceremonia llegó a su fin, concluyendo con el canto a coro de El Gaudeamus Igitur, que se canta tradicionalmente en centros académicos. 

Álvaro Pombo había recibido diversos premios durante su amplia trayectoria, casi 50 años de publicaciones. Todo inicia con su poemario Protocolos publicado en 1973, al que le seguiría su novela «El héroe de las mansardas de Mansard «(1983), ganadora del Premio Herralde ese mismo año, que narra la transición de infancia a adolescencia de Kus-Kús, un chico de clase alta del norte de España. El siguiente premio lo ganaría con su novela «Donde las mujeres» (1996), uno de sus obras más conocidas sería galardonado con el Premio Nacional de Narrativa. El Premio Planeta lo obtuvo en 2006 con «La fortuna de Matilda Turpin», novela que narra la historia de una mujer que después de un largo matrimonio y una vida monótona como madre de tres hijos decide emprender en el mundo de las altas finanzas. En 2012 ganaría el Premio Nadal con «El temblor del héroe», una conmovedora historia de un profesor universitario de Filosofía que acaba de jubilarse y se enfrenta a su nueva vida. Además de estos títulos, el autor ha continuado escribiendo poesía, relatos, novelas y ensayos que han sido distribuidos alrededor del mundo, siendo traducidos en diversos idiomas cómo el francés. portugués, alemán, holandés, griego. inglés, italiano y noruego.

de la literatura en lengua española. Más allá del reconocimiento individual, este galardón celebra una trayectoria marcada por el compromiso con la palabra, la reflexión crítica y la exploración de lo humano. En un mundo cambiante y muchas veces convulso, la figura del galardonado o galardonada representa una voz que trasciende fronteras, conecta generaciones y enriquece el patrimonio cultural de todos los hispanohablantes. Este reconocimiento no solo honra la excelencia literaria, sino que también impulsa a nuevas generaciones a continuar escribiendo, leyendo y dialogando. El Premio Cervantes 2024 nos recuerda que la literatura sigue siendo un faro de pensamiento, belleza y resistencia. En cada edición, se renueva el valor de la palabra como instrumento de memoria, identidad y libertad. La literatura, una vez más, se alza como protagonista esencial de nuestro tiempo.

Este evento representa un motivo de orgullo para el mundo hispanohablante, al reconocer a poetas, novelistas y escritores cuyas obras han enriquecido profundamente la literatura. El Premio Cervantes no sólo reconoce a aquellos autores que han dejado su huella en la historia de las letras hispánicas, sino que también se convierte en una poderosa fuente de inspiración para las nuevas generaciones de escritores que buscan continuar con ese legado y seguir enriqueciendo la literatura en español. 

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