Aleksandra Novovic y Mayka Chuquiure
“Estamos viviendo en una época de cambio esencial en las relaciones humanas, lo cual se debe a un avance tecnológico disruptivo”, frase dicha por el Doctor para comenzar el discurso. Esta es la cuestión que puso en la mesa el Coronel ante los estudiantes.
El día 26 de febrero de 2021, el Coronel Enrique Fojón dio una conferencia en la Universidad Europea de Madrid, en la que habló sobre varios temas, poniendo especial acento en la globalización China y Estadounidense y su rivalidad.
El coronel estableció en el marco una conversación con los estudiantes de Relaciones Internacionales.
Para analizar el mundo de hoy, “algo que no es nada fácil”, podemos decir que a día de hoy la población y la tecnología están en constante cambio, antes teníamos máquinas de vapor que generan una conectividad física, pero en la actualidad tenemos una conectividad física y digital, siendo capaces de transformar cualquier dato en información.
Fojón contó que dentro de poco los países del Pacífico e Índico tendrán el poder y control de nuevo, ya que define el poder como “la capacidad de influir en el ambiente para resultar favorable y poder conseguir lo que quiere uno, para producir los efectos que ese país quiere”.
Al hablar del orden mundial, Fojón dice que no existe para lo que se apoya en filósofos como Henry
Kissinger, pero que sí debe haber un equilibrio de poder. Añadiendo a su declaración, el Coronel dijo que hay actores que siempre están en acciones, pero hay teorías que se diseminan y son apetecibles y creen que llevará a la felicidad, pero todas esas tendencias se han roto, cae el paradigma y ocurre la globalización, que no es nada más que la capacidad de conectividad de personas. Según el Doctor, “el problema de las relaciones internacionales está fundamentado en el realismo, en la anarquía de las relaciones internacionales”.
El ponente defiende la teoría en la que el multilateralismo es producto de una relación de poder, no es posible diseñarlo, es solo un producto que después de la Segunda Guerra Mundial, se crea la ONU y otras organizaciones que no pueden hacer todo lo que quieren a causa del veto, las armas nucleares, las políticas de los países, por lo que las relaciones hay que verlas desde el punto de vista realista.
Nos dice que desde 1989, cuando cae el muro de Berlín, el mundo ha ido cambiado, primero ha sido unipolar, pero poco a poco, países como Alemania están ascendiendo, pero también China. En la globalización actual, China y Estados Unidos son los dos frentes más potentes. A esto se suma Alemania, que hasta la crisis de 2008 tenía un súper habit con Estados Unidos, pero después lo invierte en China. Es por esto que Alemania intentó meter a China en tratados con países de la Unión Europea, pero E.E.U.U. lo impide.
Para explicar cuando China tiene como objetivo identificado el momento en el que se podrá enfrentar militarmente a los norteamericanos en territorio asíatico, nos declara que China es realista, y de momento sabe que Estados Unidos domina el mar y tiene una ventaja tecnológica, pero como China no es una democracia y no se tiene que preocupar por el tiempo, lo que le permite prepararse para este conflicto si en algún momento es necesario. Añade que China conseguirá monopolizar la economía con los países cercanos, pero para ello no se irá lejos de su territorio, a pesar de que tiene puertos alquilados mundialmente, como por ejemplo en España, y en Pakistán tiene bases militares. Su opositor, E.E.U.U. tuvo que trasladar todo su equipamiento militar al Pacífico.
A esto le suma el sistema Chino de protección en el que si un portaaviones se acerca a menos de 1000 kilómetros, puede ser atacado y hundido, Fojón narra que China tiene muchas posibilidades ante los ejércitos norteamericanos, siendo la tecnología un factor disruptivo.
Se calcula que a partir de 2024 China sobrepasará a Estados Unidos como potencia. Esto también se puede ver reflejado en el año 2020, cuando China se convirtió en el principal socio comercial de la Unión Europea.
Vivimos en un mundo en un constante cambio, motivado por las tecnologías disruptivas, que marca la relación entre las potencias y al conjunto de las relaciones internacionales.