María García y Marian Fernández
Luis Medina-Montoya, director de proyectos de la Fundación Economía Circular, y Silvia Ayerbé, Directora de la Oficina Estratégica de Ecoembes, han impartido este jueves 13 de febrero, tercer día de la semana de Global Affairs, una mesa redonda sobre la Economía Circular, una alternativa al modelo lineal de producción y consumo (caracterizada por generar una gran cantidad de residuos), que se enfoca en «prioriza la reutilización, reparación y reciclaje de materiales y productos». Esta charla fue complementada por las preguntas de dos alumnos de la Universidad Europea de Madrid: Lilo Asturias, estudiante de Relaciones Internacionales y Luis Ayestaran, estudiante de Economía, que interactuaron directamente con los ponentes, sentándose junto a ellos durante la mesa redonda.

Silvia Ayerbé, Luis Medina-Montoya y los alumnos de la Universidad Europea de Madrid durante la mesa redonda del último día de la semana de Global Affairs. Foto: Marian Fernández
La charla comenzó con la explicación del Sr. Medina-Montoya sobre los retos que el cambio climático ha traído a la humanidad y cómo la economía circular representa una solución adecuada para mejorar la situación. «Durante el 2020, se han extraido 100 gigatoneladas (100,000 toneladas) de recursos naturales y solo 8.6 eran productos reciclados. Del 2018 al 2023 hemos consumido más de 500 gigatoneladas, eso es el 28% de todos los materiales que la humanidad ha consumido desde 1900″, ha mencionada durante la conferencia. La economía circular propone convertir los residuos en nuevos productos, cambiando por completo la base de la economía de mercado, que actualmente se enfoca en una producción masiva sin interesarse en la gestión de los desechos que generan.
Como explica el director de proyectos de la Fundación Economía Circular, para transicionar de una economía lineal a una circular se debe: optar por el ecodiseño, que se refiere al diseño de productos considerando su impacto ambiental; la producción limpia, procesos que optimizan el uso de los recurso y minimizan residuos y emisiones ; y la simbiosis industrial, colaboración entre empresas para aprovechar residuos como recursos. La economía circular trae consigo beneficios ambientales, ventajas económicas – con la creación de empleos, desarrollo de nuevos modelos de negocios y ahorro de costos para empresas -, y propone un cambio social al fomentar el consumo responsable y la conciencia medioambiental.
Al terminar la ponencia de Medina-Montoya, la Sra. Ayerbé ha dado una explicación sobre la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), explicando que la responsabilidad de las empresas sobre sus productos inicia desde su producción hasta la gestión de los desechos. «Un productor, cuando fabrica algo, sigue siendo responsable cuando el producto sea convertido en desecho y sea gestionado adecuadamente. Quien contamina paga«, explicó.
Al terminar las presentaciones de los ponentes, los dos alumnos han hecho preguntas sobre la importancia de los jóvenes en la implementación de la economía circular. Para los jóvenes consumidores, Ayerbé recomienda cambiar los viejos hábitos e incorporar como un hábito el rehusar, reducir y separar los residuos, recalcando la mejora en la división de los residuos urbanos en los últimos 10 años. Además, los alumnos preguntaron sobre el posible incremento en los precios de los productos si se implementan la economía circular, a lo que Medina-Montoya respondió que sería lo contrario, ya que al optar por el ecodiseño de los productos, los precios tenderían a disminuir.
Para cerrar con la charla, Medina-Montoya ha citado la frase de Antoine Lavoisier, químico y economista: “Nada se pierde, nada se crea, todo se transforma”, resumiendo el concepto de la economía circular en una celebre frase, que aunque está formulada para el campo de la ciencia, ejemplifica de forma clara y concisa la idea central de la economía circular: transformar los residuos en nuevos recursos.