¡Bienvenidos a un nuevo episodio de «Enfermería y Salud», el espacio donde hablamos de salud con palabras simples, pero con información útil y real. Hoy tocamos un tema que muchas veces se desconoce, pero que puede tener un gran impacto en la vida de quienes lo viven desde pequeños: la catarata congénita.
Cuando escuchamos la palabra «catarata», normalmente pensamos en algo que ocurre en personas mayores. Pero lo cierto es que algunos bebés pueden nacer con esta condición. La catarata congénita es una opacidad en el cristalino del ojo —es decir, una especie de «nubecita» que no permite ver con claridad— y puede afectar la visión desde el nacimiento o durante los primeros meses de vida.
Este problema puede aparecer en un solo ojo o en ambos, y sus causas pueden ser variadas: a veces es hereditaria, otras veces está relacionada con infecciones durante el embarazo o con ciertas condiciones genéticas.
Pero más allá del diagnóstico, hoy queremos centrarnos en cómo es vivir con catarata congénita, qué retos enfrentan las personas, y qué opciones de tratamiento existen.
Hablamos sobre cómo afecta a la visión, cómo influye en el desarrollo y qué se puede hacer para mejorar la calidad de vida. También abordamos el papel fundamental del personal de enfermería, que acompaña a los pacientes y a sus familias en todo el proceso: desde el diagnóstico, hasta el seguimiento después del tratamiento.
Entrevistamos a María Álvarez Pol, madre de una niña afectada, que junto a otro grupo de padres crearon la asociación «Acces de Luz» (@accesdeluz en Instagram). Su finalidad es intentar mejorar la calidad de vida, la promoción de la igualdad de oportunidades y la integración socio-laboral de los pacientes.

Realizado por los estudiantes del grado en enfermería María Rove y Eva Barrutz.