España: un nuevo tablero de juego para las multinacionales extranjeras

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Andrea Romero y Alejandra Sansivirini

Las empresas multinacionales han sido indiscutibles protagonistas del orden mundial de los últimos años, y debido al poder de repercusión transfronteriza de las mismas, han logrado condicionar la geopolítica global. No obstante, la crisis sanitaria del Covid-19 ha obligado a reformular la escena internacional, estableciendo nuevas normas del juego, pero siempre manteniendo el papel fundamental de las multinacionales.

Hoy en España, a pesar de enfrentarse a la inestabilidad política, una alta tasa de paro y una desaceleración económica entre otros muchos obstáculos, las empresas multinacionales extranjeras continúan mostrándose optimistas en cuanto a mantener e incrementar su actividad en el país.

Lo atractivo se encuentra en la diversidad territorial, la seguridad jurídica y el clima, así como en el tamaño del mercado y la calidad de los recursos humanos e infraestructuras. Sin embargo, los inversores extranjeros consideran que debería haber mejoras en el ámbito fiscal y burocrático. Concluimos estas afirmaciones del “Barómetro del clima de negocios en España. Desde la perspectiva del inversor extranjero”, formulado por la escuela de negocios IESE, Invest in Spain y Multinacionales por Marca España en su edición del pasado año 2020.

Los empresarios, a pesar de los aspectos negativos mencionados anteriormente, valoran positivamente las instituciones democráticas españolas. No parece que las dificultades de las fuerzas políticas a la hora de consolidar un Gobierno estable hayan dañado el entusiasmo de los inversores. Asimismo, el factor más relevante a tener en cuenta por las empresas es el capital humano, según un estudio realizado por el IESE. En ese aspecto, España destaca por su talento y disponibilidad en la mano de obra con titulación universitaria, factor que los inversores califican favorablemente.

No podemos obviar, del mismo modo, que España se encuentra en lo alto del ranking de países con mejor calidad de vida (concretamente en el puesto número 9). Los elementos estudiados incluyen el sistema de salud español, siendo este el más llamativo para las multinacionales, pues garantiza unos servicios sanitarios básicos a todo trabajador dado de alta en la seguridad social. El análisis realizado por el World Economic Forum sobre las competitividades globales, Global Competitiveness Index sitúa al sistema de salud español como la primera posición a nivel mundial. La imagen que los empresarios perciben es de una sociedad saludable y con buenos hábitos, que permiten un mayor rendimiento del conjunto activo de trabajadores. Pese a los obstáculos interpuestos, estas cuestiones acaban por convencer a las multinacionales cuando se trata de seleccionar una sede para sus negocios.

Existen proyectos políticos creados e implementados por los últimos gobiernos, tales como “Marca España” del partido de centro derecha, Partido Popular, y “España Global” del actual gobierno socialista de coalición PSOE – Podemos, que han proyectado una nueva imagen del país resaltando sus puntos fuertes y expandiéndose hacia nuevas fronteras de interés. Las nuevas tecnologías e innovación, junto con la limpieza de esa imagen de nación ultraconservadora y colonialista, han sido las materias clave a implementar en dichos programas. 

Las multinacionales encuentran el mayor impedimento en el coste de la electricidad y de la energía, más aún cuando actualmente atravesamos uno de los mayores encarecimientos del precio de la luz en la historia. Junto a esto, los inversores se topan con dificultades en los procesos fiscales y burocráticos, así como en la ineficiencia de los juzgados cuando programan su entrada al país. Desde luego, las barreras burocráticas entorpecen la atracción de negocios, al igual que la consolidación de marcos regulatorios resulta decisiva en cuanto a seducción y retención de inversión extranjera se refiere.

Con motivo del Brexit, la Comunidad de Madrid impulsó un proyecto llamado “Think Madrid” con la intención de captar empresas que pretendan reubicar su actividad europea. La iniciativa consiguió que tres decenas de multinacionales y fondos trasladasen a la capital de España parte de su operativa en el Viejo Continente. En 2020, y a partir del Brexit, la inversión que llegó a Madrid superó los 1.500 millones de euros. Si bien esta idea logró los objetivos propuestos, la comunidad madrileña continúa fomentando distintas ramas de actividad de la oficina Invest in Madrid, que trabaja desde hace años para agilizar el traslado de empresas multinacionales a la capital de España. Estos movimientos no han dejado de producirse desde que Esperanza Aguirre, expresidenta de la comunidad y del senado, estableció el modelo liberal.

Como ejemplos encontramos el caso de Norwegian Airlines, una aerolínea escandinava cuya especialidad son los vuelos low-cost. Esta empresa abrió en 2014 una nueva base de operaciones que no ha hecho más que avanzar en estos años. Creó casi 100 nuevos puestos de trabajo y contó con una inversión inicial de 60 millones de euros, cifras que han seguido progresando positivamente según la empresa, la cual ha ido afianzando su estrategia de expansión tanto en Madrid como en el resto de España.

Otra de las multinacionales que seleccionó Madrid en los últimos años fue COSTCO, que anhelaba su crecimiento en el Sur de Europa. Se trata de la segunda empresa de superficies comerciales más grande de los Estados Unidos, la misma que ha invertido en la región una cantidad superior a 18 millones de euros, a la vez que generaba 520 empleos. Aún se encuentra en la primera fase del proyecto, pero ya están en marcha otros de índole similar.

De igual forma, Netflix decidió en 2019 establecer su primera sede de producción en Europa, eligiendo el municipio madrileño de Tres Cantos. Hablamos del servicio de entretenimiento en streaming líder mundialmente. Grupo Secuoya es quien gestiona la cuestión, líderes en el ámbito de la producción audiovisual. La localidad se autodenomina el “Silicon Valley de Madrid” dada su alto atractivo para las empresas nacionales y foráneas. Gracias a Netflix, más de 2.000 profesionales se encargarán de afrontar el reto en los próximos años.

No debemos olvidar mencionar otras mercantiles que se han visto seducidas por Madrid: La farmacéutica suiza Roche y Airbus. Ambas han servido como catalizadoras de empresas y startups en la Comunidad.

Por tanto, si bien España parte de una imagen relativamente positiva, se debe trabajar y hacer un esfuerzo a todos los niveles para proyectar una mejor. Comenzando por las distintas administraciones, incentivando un marco oportuno para la evolución de las multinacionales globales en España. Para que la imagen de España en el exterior tenga un futuro próspero, es requerido, entre otras actividades, dinamizar la colaboración entre empresas y multinacionales o el crecimiento de las redes de networking entre profesionales.

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