Ocho meses y medio después de celebrar el día Internacional de la Mujer Trabajadora, señalamos en nuestro calendario el día contra la Violencia de Género. Aquella voluntad de trabajar por la igualdad de todas las personas en el acceso a la vida económica, social, política y cultural se examina cada año en cada uno de sus días y hasta hoy no es posible hablar de resultados aceptables.
La ONU define esa violencia como aquella que tiene como resultado un daño ó sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres y lo extiende a la vida privada y a la pública. Cabe resaltar que habla y señala, sin duda, a las mujeres como el género dañado. Y es bueno retener esa idea en ésta sociedad en la que aún cabe quien entiende que la violencia de género lo es entre géneros. No, son las mujeres las que a lo largo y ancho del mundo, se ven excluidas de la participación directa y en las decisiones que orientan la Economía, la distribución de la riqueza y la posibilidad de la independencia personal.
La respuesta simple de los simples será que “hay mujeres que presiden estados y en los consejos de administración”. Cierto, tanto como que esos estados y consejos funcionan en un modelo construido sobre la base de relaciones económicas y sociales excluyentes para la inmensa mayoría de las mujeres. La atribución de roles familiares, sociales, sexuales y culturales conforman desde hace siglos formas sociales de pensar en las que el sometimiento de la mujer es condición para reproducir el modelo de dominio que hace que la pobreza, la violación, la coerción e incluso el chantaje de los sentimientos tengan a las mujeres por víctimas.
Hasta el 17 de Noviembre de este año han sido asesinadas 44 mujeres a manos de hombres que no vinieron de lejos. Eran sus parejas o ex parejas en la mayoría de los casos. En 2015, 50 menores quedaron en la orfandad. En no pocos casos había denuncias, pero , evidentemente, no basta con hacer leyes y declaraciones si no hay recursos presupuestarios, decisión política, sensibilidad social y educación para la igualdad.
Viven 2.600 millones de mujeres en países en los que no es delito la violación en el matrimonio., 133 millones han sufrido la ablación..
En el mundo tecnológico, de las sociedades inteligentes y un desarrollo sin precedentes, la poderosa Economía se sirve aún del hombre salvaje.
Ángel Pérez es Político
