Con la muerte del actor Philip Seymour Hoffman vuelve a la escena pública el consumo de drogas duras. La heroína y cocaína son las principales drogas que se consumen en el mundo, destacando EEUU y Europa. Las drogas provienen de diferentes partes del planeta, pero destaca la plantación y fabricación en Sudamérica. El aumento de muertes por consumo de heroína ha aumentado casi un 80% en los últimos años.
Colombia y Mexico son dos de los principales países de contrabando de drogas en todo el mundo. Cárteres y bandas pasan miles de toneladas de droga cada año a Estados Unidos.
Colombia es el primer país de contrabando de droga que se sirve del océano para cruzar la frontera americana. Lanchas motoras es el medio más utilizado, por su bajo coste, su velocidad de hasta 130km/h y su incapacidad de ser detectados por rádares. Aún así la mitad son interceptados por las autoridades competentes o sufren accidentes antes de cruzar la frontera. Interceptar a estos grupos es complicado en cualquier caso. Los narcotraficantes no tienen límites, ellos costruyen sus propias leyes.
Los cárteres piensan lo imposible para que las drogas lleguen a su destino final. Cuentan con los mejóres científicos y submarinos que desarrollan máquinas y tecnologías impensables para de captar por los cuerpos competentes. El desarroyo del semisubmarino ha llegado al submarino que se sumerge 20 metros con una capacidad de 7 a 8 toneladas. Estos “submarnos” son imposibles de detectar.
Los mexicanos sin embargo son especialistas en aire para llevar la maría a Estados Unidos. Lo hacen a través de Ultraligeros para un solo piloto que llevan la carga en cestas que sueltan en campos abiertos cerca de la frontera de México. Estos Narcos facturan unos 50 millones de euros al año con estos planeadores. Otro de los motores indetectables y más deseados por cualquier traficantes son las rutas de los túneles , que en pocos metros consiguen pasar la droga de una frontera a otra y con sofisticados sistemas de ventilación, luz y electricidad. Es imposible detectar estos túneles a no ser que algún miembro descontento delate.
En el otro lado del Atlántico destaca otro tipo de tráfico y consumo de sustancias.
Los rasgos principales del paisaje europeo de las drogas se han mantenido relativamente estables en los últimos años. El consumo sigue siendo alto en términos históricos, si bien cabe observar cambios positivos, como las cifras récord de administración de tratamiento y la presencia de algunos signos favorables en lo que respecta al consumo.
Por otra parte, un examen más detallado indica una situación muy fluida en el ámbito de las drogas, debido a la presencia de nuevos problemas que suponen un reto. Aparecen, en efecto, nuevas drogas sintéticas y pautas de consumo, tanto en el mercado de drogas ilegales como en el contexto de las sustancias no controladas.
Hay dos formas de cocaína disponibles en Europa. La más común es el polvo de cocaína. Se obtiene casi exclusivamente en Bolivia, Colombia y Perú y se transporta a Europa por vía marítima y aérea. La principal ruta del tráfico en Europa parece pasar por la Península Ibérica, España y Portugal, aun cuando el uso cada vez más frecuente de cargas en contenedor denota un aumento en los grandes puertos de Bélgica, los Países Bajos y los demás países de Europa occidental. Algunas grandes incautaciones realizadas en puertos de Bulgaria, Grecia, Rumanía y los países bálticos son signos recientes de la diversificación actual de las rutas del tráfico de cocaína en el continente.
Europa es un importante destino de estas sustancias, aparte de desempeñar un papel limitado como punto de tránsito a otras regiones. Las principales fuentes de procedencia de las drogas que entran en Europa son América Latina, el Asia occidental y el norte de África; no obstante, la dinámica del mercado moderno de las drogas determina una importancia cada vez mayor de otras regiones del mundo. Europa es además una región productora de cannabis y de drogas sintéticas.
Carmen Zamorano
