Tania Pajares y Lucía Cúbelos
El pasado 9 de mayo tuvimos el honor de contar con una clase magistral llevada a cabo por el responsable de información de tribunales de la sexta, Alfonso Pérez Medina. Durante la clase magistral nos habló sobre la importancia de la profesionalidad en el oficio periodístico y dio algunas claves a los alumnos para realizar su futura profesión de la mejor forma posible.
Durante tu trayectoria has cubierto algunos de los casos más importantes de la historia de España, ¿qué es lo más importante a la hora de realizar esa cobertura?
Sobre todo, lo más importante, es ver donde está la noticia, saber exactamente cuál es el titular, lo que hay que destacar, lo más importante de ese juicio que estas cubriendo y tratar de trasladarlo, en este caso, como es formación judicial, de la manera más comprensible para los ciudadanos. A veces la información jurídica es complicada de entender y hay que intentar traducirla para que la gente en su casa pueda entenderla.
En cuanto a las redes sociales y teniendo en cuenta el gran debate abierto sobre si es algo beneficioso o no para el mundo del periodismo, ¿tú qué piensas acerca de esto?
Tiene su parte buena, te puede ayudar a potenciar un mensaje, a hacer contactos, tener nuevas fuentes, abrirte a un público distinto… Pero también tiene su parte mala porque es un foco en el que se difunden muchos bulos y por esto pienso que los periodistas si debemos estar en redes sociales intentando hacer periodismo e intentando contar las cosas como son y haciendo frente a todo ese “nuevo periodismo”.
¿Crees que el hecho de que se empiece a considerar las redes sociales como una fuente, puede ser un problema para el periodismo?
Si, las redes sociales son un contenedor, peor no son una fuente. Las fuentes son las personas de a pie que te cuentan una información o los videos que directamente puedas tu grabar, es decir, si estamos dependiendo de terceros que dicen o transmiten informaciones que no sabemos de donde provienen no nos garantiza que lo que vayamos a contar sea cierto. Hay que acudir siempre a las fuentes primarias. El periodismo que yo defiendo se hace en la calle.
Por último, en tu libro “No lo sé, no recuerdo, no me consta” hablas de algunos de los casos de corrupción más sonados de nuestro país, ¿alguna vez dudaste en publicarlo por el peligro que podría causar?
No. Toda la información que aparece en el libro esta contrastada. Siempre puedes pensar que te puede caer alguna querella o demanda, pero lo que tienes que tener claro es que toda la información que estas contando está suficientemente contrastada y tiene un soporte documental con fuentes detrás, si has hecho bien este trabajo y lo has medido desde la primera palabra hasta la última, como hice yo, no vas a dejar de contar algo porque no les guste a determinadas personas. El periodismo es contar y amargarle el desayuno a alguien por las mañanas. El contar algo que no le va a gustar a alguien es sinónimo de que estás haciendo bien tu trabajo.
