El partido más emocionante del Mundial se vivió en el estadio de Lusail. Argentina y Países Bajos chocaron en los cuartos de final en un partido tan parejo que se tuvo que esperar hasta la tanda de penales para encontrar el semifinalista. Para nadie es un secreto que Lionel Andrés Messi fue, es y será uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia y a pesar de que en muchas ocasiones se dice que este tipo de futbolistas pasan sin pena ni gloria en los partidos más decisivos, pues este no fue el caso. El número 10 destacó no solo por su juego, asistencia y gol, sino por el ímpetu y la actitud mostrada.
35 minutos y ya lámpara se comenzó a frotar; Messi sacó una jugada de la nada y asistió en un pase que él solamente ve a Nahuel Molina para el primer gol del partido. La primera mitad se consumió en un vaivén de adrenalina, batallas individuales en el terreno de juego y poco fútbol de ambos elencos, por ahora se peleaba más de lo que se jugaba. El segundo tiempo ya fue otro cantar, equipos muchos más arriesgados y el juego fuerte que se veía en la primera etapa ya vino acompañado de buen fútbol y de varios desequilibrios individuales de parte y parte.
A falta de 15 minutos, parecía que Argentina se metía el tiquete a semis en el bolsillo tras el gol de
Lionel Messi a través de la pena máxima, momento en el que Denzel Dumfries se empezó a pasar de
revoluciones.
Ya con el triunfo en el bolsillo, el papel cambiante del fútbol llegó al encuentro disfrazado de una
remontada de Países Bajos, quienes en tan solo 18 minutos empataron el partido y forzaron una nueva prórroga en el Mundial. El tiempo extra solamente sirvió para que el partido se tornara aún más picante y los jugadores llegarán a los lanzamientos desde el punto penal con la sangre bien caliente.
Ya con una rivalidad que viene de años y que le hecho tuvo lugar en Rusia 2018, Emiliano ‘El Dibu’ Martínez se puso la capa de héroe, atajó dos penales y con Con la lengua afuera: Argentina derrotó a Países Bajos efectividad de sus compañeros avanzaron de fase.
