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La nueva geopolítica de la energía

Mesa redonda acerca de la geopolítica de la energía (Fotografía de Ideas y Debate)
De izquierda a derecha: el General Argumosa, Rafael Barberá y Gonzalo Escribano (Fotografía de Ideas y Debate)
De izquierda a derecha: el General Argumosa, Rafael Barberá y Gonzalo Escribano (Fotografía de Ideas y Debate)

El pasado 29 de Octubre, la asociación “Ideas y Debate” organizaba en la sede de las instituciones europeas en Madrid (el Café Transatlántico) un foro de debate buscando puntos de confluencia en las políticas de seguridad y defensa internacional entre las dos orillas del Atlántico.

Aunque la jornada se focalizaba en seguridad y cooperación entre dos de los grandes poderes geoestratégicos actuales (la Unión Europea y los Estados Unidos de América), una de las mesas redondas prestaba una mayor atención a la importancia de la energía en las relaciones internacionales, la seguridad y la defensa con respecto al futuro de la U.E. y los EE.UU.

La energía se ha convertido en el nuevo foco de control de poder del siglo XXI. En un mundo globalizado que se mueve por flujos económicos, dos grandes expertos debatían sobre el nuevo orden establecido en geopolítica.

La mesa redonda se compuso por Gonzalo Escribano, investigador principal del Real Instituto Elcano y el General Jesús Argumosa, director adjunto del Grupo Atenea. Rafael Barberá, periodista de Telemadrid y profesor de la Universidad Complutense de Madrid actuaba de moderador en dicho encuentro.

Gonzalo Escribano empezaba el debate exponiendo tres ideas para dibujar una imagen general de la situación con respecto a la geopolítica de la energía: la imposibilidad de la independencia energética, la necesidad de la Unión Europea de realizar diferentes y más actividades relacionadas con este asunto y la cooperación entre la U.E y los Estados Unidos.

Su argumento principal o punto de vista podría resumirse con la respuesta a la pregunta “¿Estamos ante una revolución o una transformación?”. Su explicación ocupaba el resto de su intervención, que resumía con las siguientes ideas.

Según sus conocimientos, y a pesar de que los Estados Unidos se están volviendo autosuficientes en términos energéticos con nuevas tácticas de extracción, no se podrán ser independientes, ya que vivimos en un sistema gobernado por un mercado global en el que reina la interdependencia.

Hoy en día, “la revolución es un fenómeno Norte Americano”. Además, aseguraba que se está desarrollando un cambio en la geopolítica de la energía pero con ciertos límites que no podemos olvidar; el hecho de que Estados Unidos no importe petróleo no va a cambiar el escenario geopolítico en Oriente Próximo.

No obstante, es indudable que significará un impacto claro en determinadas regiones o países. Y es aquí donde podemos fijar nuestra atención en España y Europa, cuyo equilibrio geopolítico cambiará definitivamente con los pasos hacia delante que dé EEUU en este campo.

Escribano hacía hincapié en un punto muy importante a tener en cuenta en este nuevo orden: “tanto EEUU como Arabia Saudí proveen bienes públicos globales, pero ambos en beneficio propio”. Ninguno de ellos lo está haciendo de manera gratuita política ni económicamente hablando.

El punto importante de esta transición es que el poder de la energía está cambiando de una mano a otra, “de poder duro a poder blando” – calificaba el investigador de Elcano. La gobernanza global energética no funciona, y ésta es importantísima. Como ejemplo de dicha importancia, el ponente repasaba el caso del caos que Libia vive hoy en día.

La última conclusión importante que remarcaba Gonzalo Escribano era: “Ahora que Estados Unidos no quema carbón, ¿podremos llegar a un acuerdo con respecto al cambio climático?”

El segundo ponente en la mesa era el General Argumosa, quien empezó su intervención introduciendo algunos de los más importantes conceptos en geopolítica, la importancia de controlar las fuentes en el Siglo XX y algunas teorías como la de Mckinder (1943).

Puesto el público en contexto, el director adjunto del Grupo Atenea apuntaba que “los seis o siete puntos conflictivos del mundo hoy tienen problemas con la energía” (El Estado Islámico, Crimea, Irán, el Sahel, el mar de China oriental y Libia). En concreto, registraba algunas de las situaciones clave con respecto a la energía en lo que llamaba “el nuevo mapa de la energía”.

Recientemente, anotaba el General, China y Rusia han llegado a un acuerdo que supondrá la expansión de Siberia y la importación de sus hidrocarburos por parte de China, los cuales pasarán de un país a otro por medio de la construcción de nuevos gasoductos. Aunque este acuerdo aún no se ha llevado a cabo debido a problemas de financiación de dichos gasoductos.

Así introducía el hecho de que China busque vínculos comerciales en Asia central. Sin embargo, la primera potencia mundial “no va a permitir el control de las rutas Oriente-Asia” por parte del país comunista.

Desde 2005, Estados Unidos está desarrollando una nueva técnica de extracción de energía – el fracking (fractura hidráulica para extraer gas natural)- un “nicho de poder” que, junto al poder militar podría suponer un gran apoyo para mantener su hegemonía mundial, apuntaba el segundo ponente.

Además, decía Argumosa, es importante para la política exterior Estadounidense que ningún poder sea capaz de controlar Asia; por ello, el país del sueño americano sigue una tendencia clara desde 2003 con respecto a dicha línea de actuación en la escena internacional: 1. Estados Unidos sigue presente en Oriente Medio, no va a permitir el control de la zona por un poder ajeno a él; 2. controlar el crecimiento de China; 3. Controlar a Rusia, aunque este último punto se haya hundido con la reciente invasión de Crimea.

Las conclusiones que remarcaba el General al final de su intervención eran las siguientes. “Si EEUU quiere ayudar a Europea es por intereses”, la revolución energética Estadounidense supone el envío a Europa de gas no como acto de caridad o alianza sino como vía para eliminar su dependencia de Rusia. Con respecto a esta nueva situación, la Unión Europea debe “ponerse las pilas” o se nos escapará de las manos la posibilidad de seguir a la vanguardia en el orden mundial.

Como conclusión a esta mesa redonda podríamos analizar lo siguiente, ¿Estamos caminando hacia una Unión energética? ¿Serán las energías renovables la salida hacia este mercado por parte de la Unión Europea? ¿Podrá nuestro modelo enfrentar este nuevo orden? Será la recientemente nombrada comisión Juncker la que tendrá que debatir y encontrar soluciones con respecto a este asunto.

Cristina López Iscoa

@CrisLopezIscoa

Sobre el Autor

Campus de Villaviciosa de Odón - Madrid
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Europea Media es la clínica de medios de la Universidad Europea. Europea News es el periódico digital de la clínica de medios.

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