El Partido Popular ha puesto en marcha una campaña para evitar que se le vuelva a dejar de lado en los posibles pactos de gobierno, después de las elecciones del próximo 26 de junio. La campaña ha sido bautizada como “a favor”. Lo que se busca es reforzar su mensaje para las elecciones, en el caso de volver a ganarlas que no haya “líneas rojas” por parte de otros partidos como Ciudadanos o PSOE, para poder llegar a un acuerdo que les deje gobernar.
Además, Rajoy ha aceptado participar en un debate con el resto de candidatos durante esta campaña. En el caso de las pasadas elecciones ya rehusó aparecer en el debate a cuatro que se produjo.
Otra medida que ha puesto en marcha el Partido Popular es diseñar una estrategia para recuperar alrededor de 1,5 millones de votos, que fueron a parar a la formación de Albert Rivera en circunscripciones como Madrid, Málaga, Almería, Toledo, Guadalajara, Lleida, Barcelona, Alicante o Valencia.
Ciudadanos ha dejado claro en un acto en Valencia que no apoyará a un presidente que ha mirado a otro lado en los casos de corrupción que han azotado al PP, por lo que daría su apoyo a Rajoy en una posible investidura.
La formación dirigida por Albert Rivera ha sacado a la luz un “spot” electoral en el que se ataca al PP y a Podemos. El vídeo, ambientado en un bar muestra a Rivera como un candidato humilde y responsable, se crítica la pasividad de Rajoy durante las negociaciones para formar gobierno y se identifica como vago a un joven con coleta, que recuerda al líder de Podemos.
En cuanto a Podemos y PSOE, las diferentes encuestas de intención de voto que se siguen publicando dejan cada vez más claro un posible “sorpasso” de la formación morada a la liderada por Pedro Sánchez.
En Podemos están seguros de que el acuerdo con Izquierda Unida les hará conseguir el voto intergeneracional, en las últimas elecciones Pablo Iglesias arrasó en el voto joven, y ahora bajo el nombre de Juntos Podemos busca acercarse a la gente que votó a Garzón, dando una imagen de unidad de la izquierda.
Para evitar la situación que dibujan estas encuestas, el PSOE confía en conseguir movilizar a todos sus votantes ante la amenaza de que Podemos les supere en número de votos. Según los cálculos que se hacen en Ferraz, 1,5 millones de antiguos votantes del PSOE optaron por abstenerse el pasado 20 de diciembre, mientras que otros casi 2 millones decidieron dar su voto a Pablo Iglesias. La idea es recuperar a estos votantes desencantados y luchar por ganar los comicios del 26 de junio.
Javier Lauder
