Fabrizzio Ferrari
Esta noche se disputó un clásico europeo, la Juventus de Turín visitó al Real Madrid en un encuentro protagonizado por los guardametas.
La Vecchia Signora se paró con cuatro en el fondo, al igual que en el partido pasado frente al Como.
A lo largo del partido, Juventus intentó imponer su estilo, presionando en la salida y buscando transiciones rápidas por las bandas. Sin embargo, la superioridad técnica de Real Madrid y su efectividad en la circulación del balón complicaron cualquier iniciativa. El equipo mostró orden defensivo, pero le faltó profundidad y precisión en los últimos metros. Cada aproximación peligrosa del rival obligaba a una intervención decisiva de Di Gregorio, quien se convirtió en el verdadero salvador del conjunto turinés.
En ataque, Juventus tuvo algunas ocasiones aisladas, pero careció de claridad para definir. Yildiz, pese a su esfuerzo, no logró generar peligro constante, y los cambios ofensivos realizados no consiguieron alterar la dinámica del partido. La línea de cuatro defensores, firme en el primer tiempo, empezó a mostrar fisuras frente a los movimientos veloces y la precisión de los jugadores madridistas.
Párrafo aparte para los guardianes de los tres palos, Michele Di Gregorio y Thibaut Courtois tuvieron una noche fantástica bajo el cielo de Madrid. Ambos arqueros estuvieron a la altura de lo que representaba este partido, siendo los mejores de sus respectivos equipos.
El gol de Real Madrid llegó tras un rebote oportuno de Jude Bellingham tras una magnífica jugada de Vinicius, y a partir de ahí, Juventus intentó reaccionar, pero el rival cerró espacios y controló el ritmo del juego. Al final, la derrota por 1‑0 refleja la lucha del equipo frente a un adversario superior, dejando claro que, aunque hay aspectos a mejorar, la disposición y el esfuerzo de los jugadores fueron evidentes.
Sin embargo, el estratega de la Juventus volvió a plantear el partido de una manera cuestionable, como mencionado anteriormente, los juventinos salieron con una línea de 4 en el fondo, siendo la segunda vez que esto ocurre en la presente temporada. Su primer intento de jugar con esta formación fue en aquella derrota 0-2 contra él Como, en la que fue la peor actuación de los bianconeros en la presente temporada. Aun siendo evidente que la línea de 4 no funcionaba, Igor Tudor la volvió a presentar, esta vez en contra del rey de Europa, y las dificultades se hicieron evidentes.
Kalulu, ubicado como lateral derecho, no logró rendir al nivel esperado, mostrando que esa posición no le favorece, siendo sobrepasado por un gran Vinicius Junior. Yildiz, por su parte, pasó desapercibido en el terreno de juego, aun así, su salida fue inoportuna, ya que es el jugador diferencial del equipo, un jugador impredecible que te puede sacar un partido adelante.
Vuelvo a recalcar la figura del guardameta italiano. En los momentos más complicados, Di Gregorio apareció para mantener al equipo a flote, realizando intervenciones clave que evitaron un marcador más abultado. El arquero se convirtió en figura en la capital española, siendo el mejor del conjunto italiano y sin duda el mejor del encuentro, a pesar de no haber sido premiado.
Este es el séptimo partido seguido que la Juventus no ve la victoria, siendo el último el 4-3 en contra del Inter en el Allianz Stadium. El siguiente partido de la Vecchia Signora será el domingo 26, en donde irán a la capital italiana para enfrentar a la Lazio por la Serie A.