Javier Portela: «Los licenciados en CAFyD deberíamos de tener la reserva profesional asegurada, como el resto de profesiones»

Sofía Pizarro Muñoz

Este 29 de octubre, la Universidad Europea ha recibido a Javier Portela, gerente y Director General en Consejo COLEF, Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física, para comentar a los alumnos las diferentes salidas profesionales del Grado Universitario CAFyD (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte), junto al contenido legal que se ha llevado a cabo a lo largo de los años respecto a la reserva profesional de los licenciados en esta área de conocimiento.

Javier Portela, gerente y Director General en Consejo COLEF, durante la ponencia en la Universidad Europea de Madrid. / Sofía Pizarro.

La ponencia comenezó con la explicación del origen de la profesión. Para ello, Portela se remontó a 1883, cuando comenzó a utilizarse el título de “profesor de gimnástica”, otorgado principalmente a médicos y militares. En 1897, pasó a denominarse “profesor de gimnasia” y, finalmente, en 1916, se adoptó el título de “profesor de educación física”. Estas figuras provenían del ámbito sanitario y militar, reflejando una concepción inicial centrada en la salud y la disciplina corporal. Con el tiempo, se creó el Colegio Nacional de Profesores de Educación Física, que sentó las bases de la organización profesional del sector.

También, habló sobre la creación, en 1978, del Consejo COLEF (Consejo General de la Educación Física y Deportiva), heredero del antiguo colegio profesional, y lugar en el que trabaja actualmente. Por último, habló que en 1981, se logró el reconocimiento universitario del área de conocimiento. Sin embargo, aún hoy persiste una carencia importante. El ponente desarrolló que el Estado aún no ha definido de forma clara cuál es la reserva de actividad del profesional de la Educación Física, es decir, en qué ámbitos tiene competencias exclusivas. Esta falta de regulación provoca confusiones sobre el alcance real de la profesión y dificulta su plena consolidación.

Javier Portela durante la ponencia, mostrando diferentes leyes a los alumnos. / Sofía Pizarro.

Durante años, se ha mantenido la idea de que la titulación sólo servía para ejercer como docente de educación física. Esto se debe, en parte, a que en sus inicios solo existían dos facultades, el INEF de Madrid y el de Barcelona, y la mayoría de los titulados terminaban trabajando en centros educativos por la alta demanda de profesores. Durante la ponencia, Portela intentó hacer ver a los estudiantes que hoy, sin embargo, la situación es muy distinta, ya que en 2025 existen 72 centros y facultades reconocidos (69 de ellos publicados en el BOE), y se gradúan alrededor de 5.000 profesionales cada año. Legalmente, estos titulados han pasado de ser denominados profesores de educación física a licenciados en educación física, aunque esto no debe confundirse con el puesto de docente de educación física, que corresponde a una función específica dentro del sistema educativo.

Y ahí está el nudo. La Ley del Deporte de 2022 prevé una norma estatal que ordene las profesiones del deporte (educadores físico-deportivos, especialistas en docencia, preparación física y dirección técnica) apoyándose en lo ya existente, la resolución del grado en CAFyD (2018), estatutos generales de 1978 y leyes autonómicas que reconocen su papel. Mientras tanto, la realidad profesional avanza: quienes se titulan trabajan en docencia (ESO, Bachillerato, FP y formación de personal técnico deportivo), en rendimiento físico y salud (desde el alto nivel hasta la inclusión y la readaptación), y en dirección técnica y gestión de servicios deportivos (una función que más del 90 % de las CCAA consideran propia del colectivo). “Aún así, España es el único país de su entorno que aún tiene la regulación pendiente pese a incluirla como palanca de modernización”, comentó el ponente.

Portela cerró su intervención subrayando que el futuro de la profesión depende de que el Estado asuma la responsabilidad de definir sus competencias exclusivas y garantizar una regulación homogénea en todo el territorio. Expresó que la Educación Física y Deportiva ha recorrido un camino largo y complejo, desde los “profesores de gimnástica” vinculados a la salud y el ejército hasta los actuales profesionales universitarios con un campo laboral diverso y en expansión. A su juicio, el reto ya no es demostrar la utilidad social de estos graduados, sino evitar que su potencial quede limitado por vacíos legales e inercias históricas. Aunque el reconocimiento profesional siga pendiente, Portela se mostró optimista: para él, los avances logrados, el crecimiento del sector y el interés político reciente apuntan a que la consolidación de la profesión no es una meta lejana, sino el siguiente paso lógico en 2026.

Compártelo