Mercedes Lucas Royo
La visita del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, no ha sido una reunión por protocolo. Desde el principio, el presidente ha querido dejar claro que España quiere tener un papel protagonista en el nuevo ciclo político de la UE, tras las elecciones europeas que se celebrarán en junio. Por ello, Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se perfila como favorita para continuar al frente de la Comisión, y Sánchez busca influir en las prioridades del próximo mandato.
Uno de los principales temas que han hablado en la reunión ha sido la necesidad de reforzar las interconexiones energéticas entre la Península Ibérica y el resto del continente. “España puede y debe ser un gran hub energético europeo, pero para eso necesitamos más conexiones eléctricas con Francia y otros países”, declaró Sánchez tras el encuentro. El presidente insistió en que una mayor integración energética haría a toda Europa menos dependiente del gas y petróleo de terceros países.
La situación en Oriente Medio también fue uno de los puntos más delicados de la conversación. Sánchez expresó su preocupación por la crisis humanitaria en Gaza y propuso que la Unión Europea tome medidas más firmes contra Israel. Entre sus propuestas se encuentra la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel y la imposición de sanciones, incluida la prohibición de vender armas. Según el presidente, es necesario enviar “un mensaje claro” a Israel ante lo que calificó como una “invasión ilegal”.
En materia de defensa, Sánchez mostró matices frente a la propuesta de Ursula Von der Leyen de lanzar el plan “ReArm Europe”, una iniciativa con la que la presidenta de la Comisión quiere movilizar hasta 800.000 millones de euros para reforzar la industria militar europea. Aunque Sánchez comparte la necesidad de una defensa común más fuerte, rechazó el uso del término “rearme”, y pidió un enfoque más equilibrado que también incluya ciberseguridad, gestión de fronteras y desarrollo tecnológico. “La seguridad europea no puede definirse solo con tanques y aviones”, señaló.
El presidente del Gobierno aprovechó el encuentro para reafirmar el compromiso de España con el proyecto europeo, especialmente en estos tiempos marcados por guerras, tensiones migratorias y amenazas tecnológicas. Según fuentes diplomáticas, Sánchez también expresó su interés en que España tenga más peso en la futura Comisión Europea, tanto en cargos como en influencia política.
Con esta visita, Sánchez da un paso más para posicionar a España como un país clave en los grandes debates europeos que se vayan viniendo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado este martes a Bruselas para tener una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Este encuentro se produce en un momento importante para la Unión Europea, ya que se encuentra en tensión internacional, además de los desafíos energéticos y el debate sobre el futuro de la política de defensa europea a los que se enfrenta.
La visita del presidente no ha sido una reunión por protocolo. Desde el principio, el presidente ha querido dejar claro que España quiere tener un papel protagonista en el nuevo ciclo político de la UE, tras las elecciones europeas que se celebrarán en junio. Por ello, Von der Leyen se perfila como favorita para continuar al frente de la Comisión, y Sánchez busca influir en las prioridades del próximo mandato.
Uno de los principales temas que han hablado en la reunión ha sido la necesidad de reforzar las interconexiones energéticas entre la Península Ibérica y el resto del continente. “España puede y debe ser un gran hub energético europeo, pero para eso necesitamos más conexiones eléctricas con Francia y otros países”, declaró Sánchez tras el encuentro. El presidente insistió en que una mayor integración energética haría a toda Europa menos dependiente del gas y petróleo de terceros países.
La situación en Oriente Medio también fue uno de los puntos más delicados de la conversación. Sánchez expresó su preocupación por la crisis humanitaria en Gaza y propuso que la Unión Europea tome medidas más firmes contra Israel. Entre sus propuestas se encuentra la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel y la imposición de sanciones, incluida la prohibición de vender armas. Según el presidente, es necesario enviar “un mensaje claro” a Israel ante lo que calificó como una “invasión ilegal”.
En materia de defensa, Sánchez mostró matices frente a la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea de lanzar el plan “ReArm Europe”, una iniciativa con la que la presidenta de la Comisión quiere movilizar hasta 800.000 millones de euros para reforzar la industria militar europea. Aunque Sánchez comparte la necesidad de una defensa común más fuerte, rechazó el uso del término “rearme”, y pidió un enfoque más equilibrado que también incluya ciberseguridad, gestión de fronteras y desarrollo tecnológico. “La seguridad europea no puede definirse solo con tanques y aviones”, señaló.
El presidente del Gobierno aprovechó el encuentro para reafirmar el compromiso de España con el proyecto europeo, especialmente en estos tiempos marcados por guerras, tensiones migratorias y amenazas tecnológicas. Según fuentes diplomáticas, Sánchez también expresó su interés en que España tenga más peso en la futura Comisión Europea, tanto en cargos como en influencia política.
Con esta visita, Sánchez da un paso más para posicionar a España como un país clave en los grandes debates europeos.