Jorge Garcia Yela
Donald Trump ha presentado un nuevo plan para cambiar las prioridades de la NASA. Si vuelve a ser presidente en 2026, quiere que Estados Unidos llegue a Marte lo antes posible, y para eso propone trabajar junto a Elon Musk, dueño de SpaceX. Para lograrlo, planea quitarle dinero a otros proyectos de la agencia espacial, incluyendo la Estación Espacial Internacional.
Trump explicó que el futuro de la exploración está en el planeta rojo y que Estados Unidos debe liderar esa carrera. En su opinión, otros países están avanzando rápido y no se puede perder más tiempo. El plan recorta el presupuesto de la NASA en un 25%, es decir, unos 7.6 millones de dólares menos que el año anterior. En cambio, destina 7.000 millones de dólares para regresar a la Luna y 1.000 millones más para empezar a preparar una misión tripulada a Marte. La idea es colaborar estrechamente con empresas como SpaceX, que ya está desarrollando una nave pensada para viajar al planeta rojo.
‘’Vamos a dejar de dar vueltas en el espacio y a hacer historia’’, dijo Trump en un acto en Florida. ‘’Estados Unidos será el primero en pisar Marte, con la ayuda de nuestros grandes empresarios’’. Elon Musk, que desde hace años sueña con llevar humanos a Marte, apoyó la idea en redes sociales. ‘’Una gran visión para el futuro. ¡Vamos a Marte!’’, escribió en redes.
Pero no todo el mundo está contento con el plan. Muchos científicos y políticos han criticado los recortes. Por ejemplo, se reducirán más de 2.000 millones de dólares en misiones científicas, se eliminarán investigaciones sobre el cambio climático y también se cancelará el programa educativo STEM, que ayudaba a formar estudiantes en ciencia y tecnología.
Algunos investigadores dicen que los recortes afectarán directamente a la comunidad científica, especialmente a los jóvenes que estaban empezando sus carreras. También temen que Estados Unidos pierda liderazgo en áreas clave como la observación de la Tierra y la protección del medio ambiente. Además, Trump propone dejar de financiar la Estación Espacial Internacional (EEI) antes de 2030, y que su gestión pase a manos privadas. También quiere cancelar la construcción de una nueva estación espacial cerca de la Luna, llamada Gateway, que era clave para futuras misiones más allá de la órbita terrestre.
Expertos en el tema señalan que esto podría perjudicar décadas de colaboración científica entre los países, ya que la EEI ha sido un símbolo de cooperación internacional. ‘’Estamos cerrando una de las etapas más importantes de la historia espacial por una carrera a Marte que todavía es muy incierta’’, dijo Carla Martínez, ingeniera aeroespacial.
El plan aún debe ser aprobado por el Congreso de Estados Unidos. Si avanza, la NASA podría cambiar mucho: pasaría de ser una agencia científica a centrarse casi por completo en llevar humanos a Marte, dejando de lado muchos otros proyectos.