Alberto Velasco Rosado
Este lunes 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, organizado por la World Federation for Mental Health (WFMH), traducido al español como la Federación Mundial para la Salud Mental y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El concepto de Salud Mental es definido por la OMS como «un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad».
El objetivo es concienciar a la sociedad sobre los trastornos mentales, acabar con la estigmatización de las personas afectadas y promover iniciativas que mejoren la atención a las personas necesitadas.
Los problemas de salud mental son muy amplios y cada año millones de personas sufren este problema y se ven afectadas por los «conflictos»: ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático (TEPT), los trastornos de conductas alimentarias (TCA), etc.
Según el Real Decreto 211/2022, del 22 de marzo , por el que se regula la concesión directa de una subvención a la Cruz Roja Española para la prevención, detección precoz y atención a personas con riesgo de conducta suicida, publicado por el Boletín Oficial del Estado (BOE) , un 6,4% de los jóvenes ha acudido a un psicólogo tras el comienzo de la pandemia de la Covid-19, en la mayoría (43,7%) por ansiedad y (35,5%) por un trastorno depresivo.
Con motivo de este día, la Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEDEAFES) celebra en la Sala Bilborock de Bilbao un acto conmemorativo al que acudirá Inés Ibáñez de Maeztu, defensora del pueblo del País Vasco. Este acto tiene como foco la salud mental en la infancia, adolescencia y juventud.
La Confederación de Salud Mental de España centra igualmente a los niños, adolescentes y jóvenes como colectivo cuya salud mental es más vulnerable y es requerida de mayor esfuerzo.
En las distintas etapas mencionadas anteriormente existen diversos problemas, como el bullying, la violencia de género, el ciberacoso, el maltrato, etc. que pueden afectar de manera directa a la salud mental de estas personas y por ello debería utilizarse la educación emocional como herramienta para impulsar la salud mental y garantizar un bienestar desde las etapas tempranas de la educación.
Para cerrar este ciclo, es necesario conocer todos los tipos de prevención, detección y promoción de la salud mental así como los distintos tratamientos que existen para paliarlo.
En estas etapas es muy importante la figura de un psicólogo en caso de que aumenten los problemas de salud mental para poder adecuar el tratamiento a la persona para que sea lo más afectivo posible y evitar problemas mayores como el suicidio, el cuál es la mayor causa de mortalidad externa en España.