Hoy en día los medios están de capa caída, no es un secreto, y si lo es, es un secreto a voces. Ya no hay variedad, objetividad ni respeto por la información. Los medios se copian unos a otros y al final recibimos pinceladas de toda la información que nos debería llegar. ¿Pero quién está detrás de todo esto? ¿Quién tiene la culpa de tan semejante chapuza? Pues sí, ni más ni menos que el hombre orquesta.
¡Cuánto más aprendas mejor! Qué bien suena y que daño está haciendo. No digo que no sea cierto, pero no es el camino para llegar a ser un profesional, uno de verdad al menos. Un profesional conoce mucho de lo suyo y quizás algo de lo que lo rodea. Un hombre orquesta conoce un poco de todo y nada en general. Imponer la cantidad sobre la calidad nos ha puesto en jaque pero encima exigir hacerlo rápido nos hace perder la partida.
Una buena orquesta está compuesta por muchas personas todas igual de importantes y que dan el máximo por el grupo. El hombre orquesta no, él está quemado antes de empezar porque sabe que no será capaz de hacer un trabajo decente, pero como al final sigue cobrando, pues lo asume y lo acepta. Y este es el problema, no debemos aceptar que esto pase, esto se cambia desde dentro ofreciendo un cambio a mejor que pueda beneficiar tanto a los que se hacen de oro con los medios, como a los que trabajan para él y por supuesto, para todo el público que hace posible que existan.
En la actualidad uno de los mayores hombre orquesta que existe en los medios es sin duda el tertuliano. El tertuliano se encarga de hablar de la actualidad de todo tipo de temas, los conozca o no, para evitarse el tener que contratar a un experto en el tema. Al final, este mal apaño perjudica lo que más deberían cuidar, la información.
La información debe tratarse con cuidado, debe pasar por distintos profesionales, cada uno en su ámbito, que verifiquen cada dato con fuentes viables. Hay que saber dar un pasito para atrás para poder dar dos hacia adelante.
Por Fernando Martín Borlán