El pasado miércoles 6 de abril, se presentó en el auditorio B de la Universidad Europea de Madrid, la presentación del documental El País con la Constitución. Además de la presentación se proyectó el documental para entender lo sucedido el 23 de febrero de 1981.
Para el evento se contó con Juan Cruz, adjunto a la dirección de El País, además de uno de sus fundadores, escritor de más de 20 libros y Premio Nacional de Periodismo Cultural y cómo no, testigo del 23F. Además de Joaquín García Romanillos, diputado de UCD en varios periodos y uno de los juristas más renombrados a nivel nacional y, quién vivió en primera persona, desde el propio Parlamento, el intento de golpe de Estado.
Javier Díez Romero, profesor de la universidad fue el encargado de moderar la mesa redonda. En líneas generales, la Mesa Redonda consistió en una reflexión acerca del momento histórico,concretamente enfatizando la diferencia entre ver lo acontecido aquel 23 de febrero desde un punto de vista académico e histórico, propio de nuestra generación y verlo desde un punto de vista anecdótico, como un recuerdo.
Juan Cruz, nos resumió como lo recuerda: “Yo tenía 31 años y acababa de morir mi madre, un momento muy difícil para mi.” Su padre le dijo que se fuese a casa, pensando que allí estaría más seguro. Cruz considera lo acontecido en el 23F como una “vacuna social” contra una posible involución que por otra parte se estaba notando en el ambiente; por ejemplo, las presiones militares contra Adolfo Suarez, que buscaban prolongar la dictadura. “La inmediatez de la respuesta cicvil fue una vacuna social y política contra la involución”.
Joaquín García Romanillos dio comienzo a su intervención con una “felicitación al diario El País por su actuación el 23F y por llevar a cabo este documental.” El ponente destacó que el intento de Golpe de Estado del teniente coronel Antonio Tejero, es para él un recuerdo mientras que para nosotros es historia. Desde su punto de vista, lo que más enriquece al documental es el hecho de que cuenta lo sucedido como anécdota, a través de las intervenciones de personas que lo vivieron. “Yo tenía 33 años y era diputado de UCD” , a su izquierda estaba el actual ministro de Asuntos Exteriores, José Maniel García Margallo, “que me cayó encima cuando nos tiramos al suelo.”
Romanillos contó la actitud del Teniente Álvarez aquel día cuando intervino para dirigirse a los diputados en “tono chulesco y despectivo”; “Y esas manecitas que se vean y el que quiera ir al baño que pida permiso”.
El ponente compartió con los presentes algunos de los sucesos de aquel día en el hemiciclo; “cuando se relajó el ambiente, nos autorizaron a ocupar el hemiciclo y poder descansar». Continuó, «Mientras intentaba dormir, se le acercó un guardia civil, que tenía un “avispero” y le preguntó: “ ¿Usted qué opina de todo esto? ¿Qué cree que va a pasar?” a lo que él contesto: “Cuando esto fracase harán un consejo de guerra y se tomaran medidas”, nos contó que el guardia civil le dijo que había venido engañado, que les dijeron “el que sea patriota y quiera hacer algo por su país que de un paso al frente” para después meterles en la furgoneta y al Congreso Diputados. El Guardia Civil le contó por si le juzgaran, que no pensaran que había cambiado la versión. Por esa misma razón, el día del juicio, le pidió a Joaquín García que fuese su testigo. Aunque al final solo se juzgaron a los cabecillas.
Asimismo, al igual que Juan Cruz, Joaquín García también considera que el intento de Golpe de Estado fue una Vacuna social y política contra la involución.
“Sentí miedo, y sobre todo vergüenza, habíamos estado luchando por la transición ser demócratas por una constitución. Me daba vergüenza de que en las televisiones del mundo apareciese un guardia civil pegando tiros en el Congreso”.
Javier Diez Romero, nos contó có eso de niño en su casa, entorno a una radio y con llamadas telefónicas entre sus familiares. Aprovechó para destacar la importancia del periodismo para la democracia, “Fue El País la herramienta que permitió a todo el mundo saber qué estaba
ocurriendo y poder formar parte del movimiento que resultó en el fracaso del Golpe de Estado.”
Diez Romero la ocasión para mostrar su admiración por un documental en el que no ha hecho falta ni una linea de locución, es una pieza interesante, informativa y amena construida a base de los testimonios de los que vivieron ese 23F.
Después de estas intervenciones, el público tuvo la ocasión de hacer preguntas, se habló de las redes sociales y de su efecto en la sociedad y en los medios de comunicación. Con las redes sociales “se ha dinamitado lo que era la prensa entonces” cada vez es más difícil diferenciar entre información y opinión. “La política también ha sido dinamitada” Hoy en día “La falta de credibilidad de la prensa se parece a la falta de credibilidad de la política”.
Otra de las ideas que se expusieron fue que si actualmente, ocurriese algo parecido a lo que sucedió en ese momento, el primero en influir no sería un periódico, sino por ejemplo el twitter.
En aquel momento, la voz de los civiles, la forma de comunicación era El País y la SER que retransmitió el editorial del periódico.
Nuevamente, Juan Cruz recalcó la diferencia entre estudiar La transición desde el punto de vista histórico y tenerla como recuerdo. “La transición no fue un proceso institucional, fue dolorosa.”
Tuvieron lugar asesinatos de muchos periodistas y de personas que lucharon por la democracia que hoy damos por hecho. “Toda sociedad necesita un proyecto y unos valores”; en el momento de la transición el proyecto y los valores estaban claros, “ahora a veces el proyecto social y los valores no están tan claros.”
El terreno económico cada vez se come más al terreno político. La pregunta que cerró la sesión fue:“¿Por qué ahora? ¿Por qué es necesaria esta iniciativa ahora?”
“Es lo más importante que ha hecho El País en su historia. Yo personalmente lo que creo y eso lo digo con dolor ha habido una manipulación interesada de la transición, para tratar mostrarles a los jóvenes que el fantasma del Franquismo se ha prolongado. Esto es uno de los ataques más bárbaros que se ha hecho no solo al recuerdo si no a la lucha.”
En definitiva, la Mesa Redonda del pasado día 6 de abril, fue una experiencia no solo ilustrativa desde un punto académico, sino enriquecedora cultural y emocionalmente, especialmente para aquellos que creemos en el periodismo como herramienta para un democracia real y verídica.
Liam Alexandra Aronow Calvo