Con motivo de las Jornadas de Periodismo de Otoño, la Universidad Europea de Madrid presentaba una mesa dedicada a “Periodismo y Racismo” el pasado 25 de Noviembre.
En dicha mesa, los alumnos pudieron contar con la presencia de Juan de Dios Ramírez-Heredia, Presidente de la Unión Romaní de España y uno de los grandes fundadores de la constitución de nuestro país. El ponente, con una larga carrera política a sus espaldas, se presentaba esta vez como reivindicador de los derechos del pueblo gitano, del que forma parte.
En esta ocasión, su visita se debía a la presentación de su último informe “¿Periodistas contra el racismo?”. Juan de Dios se mostraba orgulloso de tener el placer de presentar su informe en distintas universidades de España, enseñando a los futuros periodistas cuáles son las claves para no caer en la trampa del racismo indirecto que, desgraciadamente, baña nuestra sociedad y pensamiento hoy en día. Su objetivo principal fue mostrar en los lugares donde “más falta hace” que “hay que combatir” a los racistas, como explicaba el ponente.
La otra componente de la mesa era Isabel Elunku, Presidenta de SOS Racismo, que nos acercaba a la realidad del racismo en los medios de comunicación proyectando varios ejemplos de campañas publicitarias y series de televisión que dejaron a la sala en un desconcierto absoluto que se debatía entre risas y exclamaciones.
Julio Díaz, profesor de la Facultad de Artes y Comunicación, presidía y moderaba la mesa. A modo de introducción planteó una reflexión en base a diferentes autores que habían tratado el tema. Aunque finalizó dejando en el aire la idea de la “especifidad del racismo moderno” del gran filósofo Michel Foucault, comenzó con una frase que sin duda alguna supo preparar las mentes de los espectadores que esa tarde decidieron formarse en un punto tan importante en su profesión como es el combate contra el racismo; la frase era de Levi Strauss y decía así: “Es bárbaro aquél que designa a otros como tales y obra en consecuencia”.
Isabel Elunku comenzaba la mesa dando a los alumnos importantes claves para reconocer el racismo y erradicarlo de raíz de los medios de comunicación. Así pues, empezó identificando y definiendo los diferentes tipos de racismo que se dan en nuestra sociedad actualmente: el racismo institucional, que niega o dificulta el acceso a los bienes o la vivienda a determinadas minorías; y el racismo simbólico o moderno, que rechaza las discriminaciones abiertas y los estereotipos, camuflando el racismo. Es ese último el más importante y peligroso para los medios de comunicación ya que, a la vez que se niega el racismo, sólo lo estás reprimiendo, consiguiendo resultados nefastos a la hora de comunicar la realidad de algunas personas pertenecientes a dichas minorías.
Necesitamos un cambio en la claridad de los medios de comunicación y en el discurso político. Ni si quiera hoy en día existe un artículo que condene el holocausto en nuestro Código Penal; no obstante, y según indicaba la ponente, esto se incluirá próximamente en el artículo 510. Son pasos como ésos los que necesitamos dar para caminar hacia delante, a un mundo nuevo exento de cualquier tipo de racismo.
Aún hoy en día los medios de comunicación prestan mayor atención a las noticias positivas en caso de tratarse de una persona de raza caucásica o española mientras enfatizan lo negativo de los inmigrantes en otras.
En este punto cogía el relevo de la mesa Juan de Dios, que reivindicaba “una revolución de las ideas, del compromiso; para hacer una sociedad mejor, igualitaria, en la que nadie sea más que nadie”.
El ex militante del PSOE se centraba en la minoría gitana y la marginación que había sufrido a lo largo de su historia para explicar que “ningún ser humano puede pretender derechos superiores sobre otro fundamentándose en su color, cultura… Eso forma parte de la dignidad del ser humano y no lo podemos cambiar”.
Se mostraba como gran opositor del nacionalismo porque, según el presidente de la Unión Romanó, “impone todo”. Es ahí donde el ponente veía el principio del fin, ese momento en el que los territorios tienen más derechos que las personas quitándoles incluso su dignidad en determinados momentos. Abogando por una “Europa de la Interculturalidad”, se mostraba orgulloso de pertenecer a un pueblo que nunca ha tenido fronteras; “nos hemos sentido siempre ciudadanos del mundo”, explicaba.
Después de esas palabras llenas de sabiduría, apoyaba a los estudiantes a armarse de valor para cambiar las injusticias del mundo. Calificaba a los periodistas de primer poder en lugar de cuarto. Creía que todo el mérito (o demérito) de los éxitos políticos mediáticos estaban en manos de quienes se dedican a esta hermosa profesión que los alumnos de la facultad hemos elegido: comunicar.
Desde la Unión Romaní tratan cada día de cambiar la situación de los gitanos, que actualmente en España ocupan el último lugar en el desarrollo. Se llevan a cabo programas de todo tipo para sacar adelante a familias enteras; no obstante, como decía el ponente, todas esas iniciativas “servirán de muy poco si previamente no ganamos la batalla en los medios de comunicación social”. Periodistas contra el racismo es una batalla que no tiene final y que está en nuestra mano luchar.
Para finalizar, el ponente recomendaba apasionadamente una película polaca que relata las peripecias que tuvieron que pasar un grupo de gitanos durante la Segunda Guerra Mundial: “y los violines dejaron de sonar”.
Cristina López Iscoa
@CrisLopezIscoa