Arturo Marchita nos abre las puertas de su hogar para enseñarnos cómo, a pesar de tener una discapacidad intelectual, se puede ser un héroe en el deporte. La hípica lo ha ayudado a superarse desde los 5 años dandole los mejores momentos de su vida, pero también otros que fueron muy duros.
Margherita Bertuol y Paula Fernández Dios