Marcos García Castiblanque
El miércoles 5 de octubre, se ha realizado una intervención en la sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Este acto ha sido protagonizado por la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, que ha reprochado de forma indirecta al gobierno de Olaf Scholz la propuesta del paquete de ayudas de 200.000 millones de euros para lidiar contra el gran aumento de precios. Esto, ha generado malestar en otros países con menor margen fiscal y que según la visión de la Comisión Europea, podría generar en el mercado una brecha, “Tenemos que proteger los fundamentos de nuestra economía y, en particular, nuestro mercado único. Esta es la fuerza de la Unión Europea, de ahí viene la riqueza de la Unión Europea. Sin una solución europea común, corremos el riesgo de fragmentación. Por eso es primordial que preservemos la igualdad de condiciones para todos en la Unión Europea”.
También, se trato temas sobre el suministro de gas, ya que los alemanes, son uno de los estados que tienen mayor dependencia del suministro ruso. Ante este problema, von der Leyen, sostuvo que “Intensificaremos nuestras negociaciones con socios de confianza -por ejemplo, con Noruega- para amortiguar el precio que pagamos por las importaciones de gas. Como Unión Europea, tenemos un poder de mercado considerable. Y muchos de nuestros proveedores quieren cerrar acuerdos con nosotros, que son beneficiosos para ambas parte. Tras esto, también indicó que “Estamos preparados para debatir un tope en el precio del gas que se utiliza para generar electricidad. Este tope será también un primer paso en el camino hacia una reforma estructural del mercado eléctrico”.
Estas declaraciones a Alemania, se realizan dos días después de que Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, enviara una carta a los estados miembro para que no inicien una carrera de subvenciones. El comisario, comunicó que quiere mantener “la igualdad de condiciones, sobre todo con respecto a los que tienen menos margen presupuestario”. Además, ese día, Breton y su homólogo Paolo Gentiloni, firmaron una carta en la que se pide esfuerzos coordinados de apoyo para ayudar a las empresas a “a preservar su competitividad y sus puestos de trabajo, teniendo mucho cuidado de mantener la igualdad de condiciones dentro de nuestro mercado interior”.
Finalmente, el canciller alemán Olaf Scholz y su ministro de finanzas, Christian Lindner, anunciaron la semana pasada este nuevo paquete de ayudas que se financiará con una deuda pública.