Adriana Saiz Burmester
El estudio nature ha publicado este miércoles una flota de drones con una organización prácticamente igual al de las abejas. Esta flota ha sido construida principalmente para acceder a lugares peligrosos o de difícil acceso en los que haya que hacer reparaciones y construir edificios.
Mirko Kovac, director del Laboratorio de Robótica Aérea del Imperial College of London ha sido el líder del equipo de investigadores. Este equipo ha trasladado una tecnología ejecutada por robots estáticos a las alturas. Ha sido la evolución de las impresoras 3D las que han conseguido que, al menos en las pruebas de laboratorio los drones consigan volar. Esta flota de máquinas se divide en dos equipos: los drones constructores que funcionan con las impresoras 3D y depositan el material de manera precisa y, los drones de escaneo que vigilan los trabajos y dan indicaciones de lo que se debe hacer en cada momento, trabajando así de manera colaborativa y adaptándose sobre la marcha.
Es la inteligencia artificial la que se encarga de la coordinación, los drones son totalmente autónomos mientras vuelan y son supervisados por un controlador humano que intervendrá en función de la información recibida por la propia flota.
Para probar el concepto, los drones construyeron una estructura de dos metros con un material de espuma a base de poliuretano y otra de 18 centímetros con un tipo de cemento desarrollado específicamente para el experimento. Durante la construcción, los vehículos evaluaron la geometría impresa en tiempo real y adaptaron su comportamiento para asegurarse de que cumplían las especificaciones del proyecto, con una precisión de cinco milímetros en el caso de la estructura de cemento.
El estudio presenta una ejecución a escala de laboratorio, pero en un futuro próximo este tipo de tecnología puede ayudar a reducir costes y sobre todo los riesgos en la construcción. “No pretendemos que esto sustituya a todos los constructores, pero si alcanzamos a un pequeño porcentaje de la industria, sería un gran avance”, subraya Kovac, que también es el jefe del Centro de Tecnología y Materiales de Robótica en el Instituto de Ciencia de Materiales Empa en Suiza.
Según Aníbal Ollero, asesor científico del Centro de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC), la tecnología necesaria para que los drones sustituyan a los humanos en esas situaciones de riesgos, o incluso a los taxis y los repartidores, ya está desarrollada; lo que hace falta es desarrollar normativas que permitan contemplarla. Para eso, se ha creado en Sevilla el Centro de Innovación UAVs (vehículos aéreos no tripulados por sus siglas en inglés) y Movilidad Aérea Urbana, que tiene como objetivo integrar todos los aspectos que implica tener a drones por los cielos de la ciudad.