El padre del español Ignacio Echeverría, desaparecido tras los ataques perpetrados en Londres (Reino Unido), ha informado de que las autoridades británicas han reclamado las huellas dactilares de su hijo para verificar si se encuentra entre los heridos de los hospitales.
En declaraciones a Efe, Joaquín Echeverría ha asegurado que anoche las autoridades británicas pidieron las huellas de su hijo, de 39 años, para verificarlas en los centros sanitarios. Ha explicado además que la atención del consulado está siendo «exquisita» pero que no dispone de más información del paradero de su hijo, quien, en el momento de los ataques, no llevaba documentación.
En este sentido, ha informado de que su hija Isabel, que también reside en Londres, fue la que alertó de la situación después de acudir a la casa de su hermano y no encontrarle. «Fue por los hospitales pero no la dejan entrar por el protocolo del Reino Unido», ha dicho el padre, que prevé viajar a la capital británica el próximo jueves y está a la espera de las informaciones.
Ignacio Echeverría es vecino de la localidad madrileña de Las Rozas y fue visto por última vez en el puente de Londres, uno de los lugares de los ataques terroristas, ha publicado su familia en una red social.
Según han explicado a Efe, el madrileño había estado patinando cerca del lugar de uno de los atentados con varios amigos cuando presenció cómo un atacante se abalanzaba contra una mujer. «En ese momento se tiró de la bicicleta y golpeó al agresor con un monopatín mientras otros dos le agredían por detrás y se quedó tendido en el suelo. Fue un valiente; se enzarzó para salvar a la mujer», dice la familia.
Fuentes diplomáticas han manifestado a Efe que la Embajada y el Consulado prestan toda la ayuda posible a la familia y están en contacto con ella y con las autoridades británicas.
El desaparecido mide 1,74 metros, pesa 85 kilos y en el momento del suceso llevaba una medalla con cadena de oro, zapatillas negras con suela blanca, pantalones vaqueros y jersey oscuro.
La familia ha comunicado la desaparición en las urgencias del Reino Unido, en el Consulado de España en Londres y en el protocolo de urgencia del HSBC, que es el banco donde trabaja.
Según fuentes oficiales británicas, siete personas murieron y 48 resultaron heridas, de las que 21 están en estado crítico.