La huelga de hambre que comenzó el pasado 9 de febrero en la puerta del Sol culmina de forma victoriosa tras 26 días
El pasado martes 7 de marzo, en torno a las 21:30 se daba a conocer en la madrileña plaza del Sol que más de dos semanas de huelga de hambre y una exhaustiva recogida de firmas habían dado sus frutos, y las manifestantes conseguían su objetivo, tener una voz propia en el Congreso para poder luchar de manera más eficaz contra el machismo.
Ya se palpaba en el ambiente el nerviosismo desde dos horas antes de terminar la reivindicación, en el que una de las manifestantes pedía al público para el que rapeaba que no se fueran, ya que tenían una noticia importante que dar . Poco a poco la tensión fue aumentando, nadie sabía si este anuncio sería para bien o para mal y se empezaba a notar la presencia policial, razones por las que algunos de los presentes pensaron que no serían buenas noticias.
A pesar de esto, la presencia de una sonrisa en la mirada de las manifestantes, y una botella de Champagne que varios de los presentes vislumbraron pronto disiparon las dudas.
A lo largo de la manifestación se ha intentado mantener un espíritu de fortaleza, unidad y esperanza, por lo que diversas actuaciones callejeras por parte de manifestantes y voluntarios se fueron produciendo a lo largo de estos días.
Este medio ha podido saber de primera mano, que varias de las mujeres, integrantes del grupo Ve la luz, que comenzaron esta huelga, han tenido que ser hospitalizadas debido a las inclemencias del tiempo durante los primeros días. Así lo dejaba saber una de las manifestantes, la cual actuó de portavoz el pasado martes.
La portavoz explicaba todo lo ocurrido durante la huelga, y sus contentos y descontentos. Explicaba que antes de producirse la huelga de hambre, desde Ve la luz no concebían como se trataba el tema de la violencia de género, no se contaba en la mayoría de casos con víctimas. La portavoz explicaba que “de alguna forma o de otra, desde los diferente partidos políticos, se nos ha deslegitimado en cualquier mesa”. Cerraba su acalorado discurso aclarando una vez más las razones por la cuales esta huelga había comenzado y diciendo con gran entusiasmo: “podemos representarnos y sabemos lo que estamos diciendo, así que desde este preciso momento… comienza otra forma de lucha, y comenzamos a comer… agradeciendo a todos y todas que nos hayáis acompañado” .
Miguel Marín