La tenista hispanovenezolana perdió en octavos de final contra la rusa Daria Kasatkina por 6-2,4-6 y 6-3, y a pesar de su empeño, ganas e insistencia hasta el final, una serie de errores constantes acabaron por sentenciarla
En ocasiones, «todo esfuerzo tiene su recompensa» no es un buen ejemplo, y si no que le pregunten a Garbiñe Muguruza (3º). La hispanovenezolana cayó derrotada en los octavos de final del Mutua Madrid Open ante Daria Kasatkina (15º) por 6-2, 4-6 y 6-3, tras uno de los partidos más largos que se han podido ver, por el momento, en el torneo de este año (dos horas y 28 minutos). A pesar de que el público se volcó con la española no consiguió remediar sus errores. Se mostró muy inestable en la pista, sobre todo en la primera manga, y el partido estuvo marcado principalmente por sus ‘subidas y bajadas’ tanto en el ritmo como en el acierto. En el primer set, la española cometió 20 errores de los 64 no forzados. Perdió el saque en dos ocasiones.
Todo cambió con la charla de su entrenador, Sam Sumyk, tras disputar ese primer juego fatídico. Garbiñe volvió a levantar cabeza y consiguió remontar un 4-2 en la segunda manga, lo que hizo levantar al estadio y devolver la esperanza a su afición. No obstante, poco les duro la alegría. En el tercer set, Kasatkina se aprendió su modo de juego y le devolvía las bolas cuanto más cerca de la red mejor, el punto débil y a trabajar de Garbiñe, aunque la española también se equivocó al no intentar cambiar la dirección de la bola en los momentos decisivos. Aun así, consiguió remontarle de un 1-4 a 3-4, y de salvar ocho pelotas de ruptura en ese juego, pero no de rematar el encuentro. No hay que perder de vista a la rusa, ya que derrotó a Mugurza a principios de este año en las semifinales de Dubai y poco después disputó la final de Indian Wells. Ahora, en los cuartos de final del Mutua Madrid Open se enfrentará ante la checa Petra Kvitova (10º).
Garbiñe se vuelve a despedir del Mutua Madrid Open con un mal gesto, aunque con una nueva barrera rota: Pasar de segunda ronda. Sin embargo, para el próximo año su objetivo tiene que estar muy claro, ya que con la dedicación y ánimos del público madrileño en el Manolo Santana, y más por su propia autoestima, se merece levantar en un futuro ese trofeo, algo por lo que tendrá que seguir luchando. «No es heroico desprenderse de un sueño”.
ALICIA GARCÍA (@alisgc_ )