El tenista español Rafael Nadal se retiró lesionado del duelo en cuartos de final ante Marin Cilic del Abierto de Australia. El croata conseguía así su segunda victoria ante el mallorquín (3-6,6-3, 6-7, 6-2, 2-0), hazaña que no conseguía des de 2009 en Beijing. La igualdad fue la protagonista durante todo el partido, hasta que los problemas musculares impidieron la continuidad del número 1 del mundo. De esta manera, Cilic se enfrentará en semifinales a Kyle Edmund, verdugo de Grigor Dimitrov. Además, si el croata consigue ganar el trofeo en Melbourne, se colocaría como el número 3 del mundo.
El duelo de derechas cruzadas y paralelas estaba servido, y el saque del croata también. Aunque a veces tu punto fuerte se convierte en tu debilidad. Doble falta de Cilic que le da ventaja al español con 3-2. Y así veríamos el juego más largo del partido de más de 12 minutos, con 7 deuce y 5 break points. Si Cilic jugaba cruzado, Rafa dominaba con su drive. Pero cuidado, si fallas en los momentos claves lo pagas y los primeros saques del croata pueden fallar, pero si le das tantas oportunidades te destrozará.
Pero si de algo puede presumir el mallorquín es de paciencia. Cómo dice el refrán: “La paciencia es la madre de todas las ciencias”. Y precisamente con un poquitín de ella puedes hacer maravillas. Como romperle el saque a tu contrincante. Break y 5-3 en el marcador. Después, ¿Qué pasó? Primer set para el número 1 del mundo.
En el segundo set, Nadal volvió a romper el saque al número 6 del mundo. Pero, cuando todo parecía indicar que la segunda manga iba a volver a caer del lado del español, Marin Cilic despertó y sus derechas empezaban a parecer cañones al puro estilo Del Potro. Con el 6-3 3-2 logró romper el saque al español, revalidar la rotura y destrozar a Nadal. Tres juegos ganados por el croata fueron fruto del mal momento del español que no lograba anteponer su juego. Si el primer set fue la cara para Nadal, este segundo sería su cruz.
En la tercera manga se impuso la igualdad. Solidez en el saque y respeto, mucho respeto al rival. Eso sí, con puntos muy disputados. Todo indicaba que acabaría en tie break, y así fue. Cilic se mueve como pez en el agua en estas situaciones, pero si delante tienes al tiburón mallorquín que te acorrala, nada puedes hacer. Muerte súbita ganada por Rafa Nadal y entonces llegó el recital del croata que se impuso y se llevó el cuarto set. Un recital que vino precedido por problemas musculares del español, que precisó asistencia médica y no consiguió dominar a Cilic.
Cojo y con claros signos de dolor acabó Nadal cediendo el partido. Las piernas no le acompañaban, sólo podía golpear con todas sus fuerzas y esperar que el croata no pudiera responderle. Pero con el 2-0 en contra y la mirada cabizbaja, decidió despedirse del Open de Australia y retirarse. Otra lesión le impide continuar. Lo intentó con todas sus fuerzas, pero no pudo ser. Tendremos que esperar para volver a ver ganar al mallorquín un Grand Slam.
Mireia Alfonso – @13mireee
