Hillary Clinton quería inventar una doctrina centrista y duradera para la política exterior de los Estados Unidos. Que no diera prioridad al uso de la fuerza (hard power), pero que no la desaprovechara llegada la ocasión. Y que fortaleciera las vías diplomáticas (soft power), pero incorporando la información, la inteligencia (espionaje) y el activismo ciudadano. A la combinación y adaptación de estos viejos recursos a las nuevas circunstancias se la denominó Smart Power.
Giro de 360 grados en el “caso Funnydent»
La jueza titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de Navalcarnero (Madrid) archiva el caso “Funnydent”. Tras un largo tiempo de deliberación se ha considerado que no ha habido ningún delito de estafa por parte de Cristóbal López vivar, Administrador de las clínicas dentales Funnydent, sino que se considera que ha […]