No hay mejor manera de enseñar que la de aplicarse la lección a uno mismo. Sin duda, esto fue lo que hizo Rosa Quintana, Premio Medalla de Oro a la Trayectoria Profesional, otorgado por Foro Europa 2001 por trabajar en todos los ámbitos de la Comunicación: televisión, radio, prensa, Internet, publicidad, interpretación, docencia y eventos. Su intención era enseñarnos a no temer al hablar en público y transmitirnos una serie de conceptos que nos hiciera comunicar eficazmente y, para ello, hizo uso de sus propios consejos.
Eran las 16 horas de la tarde del martes 11 en la Universidad Europea de Madrid, los alumnos esperaban a una profesional de la Comunicación. No es para menos, ya que su currículo la avala. El profesor Javier Pérez Expósito presentó a Rosa Quintana, la cual recibió a los alumnos con una sonrisa siendo este un paso de los que enseña a seguir.
La experta en Comunicación buscaba una forma diferente de realizar esta formación y lo primero que nos pidió fue levantarnos y realizar tres tipos de saludos diferentes entre nosotros, en los cuales demostró la importancia de saber cuál es el mensaje.
El foco ya no estaba en ella, lo había desviado hacia nosotros y en ese cauce quería seguir –siempre sin olvidar que ella es quien daba la formación-, llamó continuamente nuestra atención con preguntas tipo “¿Por qué os gusta esto?, ¿por qué no os gusta?, ¿qué os gusta de…?, ¿qué no?”. La primera pregunta se refirió a Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, como un referente a la hora de comunicar correctamente, del cual extrajo todos los puntos necesarios para comunicar eficazmente: Osadía, naturalidad, humildad, modestia, flexibilidad y adaptación, Lenguaje No Verbal, etc.
A partir de aquí todo fue explicar cómo adquirir, o mejor dicho mejorar, estas capacidades: lo primero es aprender a interpretar el papel que toca en cada ocasión; lo segundo no intentar ser nadie, solo ser lo mejor posible que tú puedes ser; lo tercero es en palabras de Rosa Quintana “colgarnos las medallas, hay que creérselo”. Aunque esto parecía difícil de hacer ella añadió que hace falta seguir las tres patas de la comunicación: Preparación, Predisposición y Práctica. Según la formadora de este “casi” taller hay que hacer el cambio de “Si yo pudiera… ¡No, no! Yo puedo” y adquirir hábito.
En resumen, Quintana marcó todos estos pasos aplicándolos a ella misma, sin perder la atención de su público ni un instante, poniendo en prueba si eran eficaces sus consejos mediante preguntas y ejercicios que pedía hacer a algunos de los presentes. Hizo una presentación sobre cómo hacer una buena presentación cumpliendo todos sus pasos.
