Esta semana ha tenido una serie de eventos relacionados con Perú: la inauguración de ARCO -una de las ferias de arte más importantes del panorama internacional- y la visita de Estado que el presidente de Perú ha realizado a nuestro país. Ambos eventos han generado una serie de actos en los que el protocolo y la etiqueta han sido protagonistas indiscutibles.
Protocolo en la inauguración de una feria
El momento clave para el protocolo en la inauguración de una feria está relacionado con la correcta ordenación de autoridades y personalidades en las líneas de recibimiento y saludo, máxime si hay autoridades tanto nacionales como internacionales, como fue el caso en ARCO 2019.
Al llegar a IFEMA S.M. los Reyes recibieron el saludo del presidente de Perú y a continuación el del resto de autoridades presentes quienes les acompañaron en la visita a la feria:
- Presidenta del Congreso.
- Secretaria General Iberoamericana.
- Presidente de la Comunidad de Madrid.
- Ministro de Cultura y Deporte.
- Ministra de Cultura de la República de Portugal.
- Presidente de la Asamblea de Madrid.
- Delegado del Gobierno en Madrid.
- Alcalde de Lisboa.
- Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe.
Las autoridades nacionales se ordenaron según el RD 2099/83.
Las autoridades internacionales se situaron en el puesto inmediatamente siguiente al del cargo homólogo (el alcalde de Lisboa ocupó el puesto inmediatamente siguiente al del delegado del gobierno en la Comunidad de Madrid, puesto correspondiente a la alcaldesa de Madrid, que no asistió al evento).
El caso de la secretaria general Iberoamericana es el que suscita cierto interés por que, aun no teniendo un rango reconocido en la legislación, si se la está considerando -aplicando el protocolo comparado- con rango de Jefe de Gobierno (al igual que los máximos representantes de otras organizaciones internacionales). En este caso ocupó el puesto inmediatamente siguiente a la presidenta del Congreso, hacerlo de otra forma hubiera supuesto situarla por delante de la máxima autoridad nacional presente.
Qué han destacado los medios de esta inauguración:
- La ausencia de la primera dama de Perú (por una ligera indisposición).
- El vestido de cuero de la reina (que nada tiene que ver con el protocolo).
Y no necesariamente en este orden.
Etiqueta para una cena de gala
Dentro del evento que es una visita de Estado tienen lugar una serie de actos, que María de la Serna ha detallado en su blog. Uno de ellos, sin duda el más espectacular, es la cena de gala que SS.MM. los Reyes ofrecen en honor del Jefe de Estado visitante y su esposa.
Se trata de un banquete en el que vemos: ceremonia, protocolo y etiqueta. Respecto a esta última hay que señalar que la invitación exige una etiqueta muy precisa, que viene marcada por la petición que se hace a los caballeros: frac y condecoraciones.
Frac no es lo mismo que chaqué
Algún medio publicaba que en la cena de gala “la etiqueta exige chaqué para los hombres y vestido largo para las damas”. Eso es incorrecto. Para una cena la etiqueta nunca puede exigir chaqué, ya que el chaqué es una prenda de mañana; lo correcto para una cena –y más si es de gala- es pedir que los invitados acudan con frac.
¿Qué es y cómo se viste el frac?
Les dejo unas indicaciones –que copio literal- sobre el particular que recoge el libro “Los Básicos del Protocolo”:
El frac es el atuendo de gran gala o la indumentaria masculina de máxima etiqueta. Se utiliza de noche y en lugares cerrados. (Salvo en los actos vespertinos académicos y diplomáticos y en audiencias papales).
La chaqueta: de color negro o azul-negro, en tejido de “granito” o “granito de pólvora”, generalmente. Por delante llega hasta la cintura y por detrás lleva dos faldones acabados en pico. Las solapas en seda, preferiblemente mate.
La camisa: blanca, de pechera dura o muy almidonada, cuello subido (de pajarita) y puño doble para los gemelos. Suelen ser de hilo. La botonadura puede ser de perlas o pequeños brillantes, en algunos casos.
El chaleco: ajustado, con solapa, cruzado o recto de una fila de botones. Para actos académicos o religiosos debe ser de color negro. Para el resto de actos, de color blanco. Tejido de piqué o moaré de seda.
La pajarita: blanca y hecha de lazo. De piqué.
Los pantalones: de color negro, corte clásico y lisos; del mismo género que la chaqueta. Cinta lateral de unos 2 cms. de ancho, en raso.
Los calcetines: de color negro, de hilo o de seda.
Los zapatos: de color negro, de corte clásico, de cordones y de brillo, tipo charol.
Como no se debe vestir el frac
El ejemplo lo tenemos estos días en los medios: como lo hizo el presidente del Gobierno en la cena de gala en honor del presidente de Perú y su esposa. Nadie duda que nuestro presidente tiene “una buena percha” y “muy buena planta”, con un frac a su medida hubiera estado muy elegante (no voy a poner de ejemplo a S.M. el Rey, porque sería una obviedad, pero sí al ministro de Asuntos Exteriores).
El frac del presidente del Gobierno dejó mucho que desear: ni el chaleco que sobresalía dos cuartas bajo la chaqueta, ni los pantalones de pitillo, ni los zapatos eran los que requería la indumentaria adecuada para una cena de gala. A lo que hay que sumar que lucía la banda de la Gran Cruz al Mérito por Servicios Distinguidos de Perú como si se la hubieran tirado encima del traje.
A ciertos niveles y con la cantidad de asesores de todo tipo que acompañan a las autoridades políticas, no parece de recibo que no se cuide la imagen personal del presidente del Gobierno que es, en esa cena y junto al rey, la máxima representación del pueblo español. Está allí representándonos a todos.
Una condecoración no es un adorno
Una condecoración es un símbolo de distinción que se entrega a una persona, es un honor que le hace quien se la ha concedido. Aquí nos estamos refiriendo a las más altas condecoraciones que puede conceder un Estado, que son las que forman parte de la etiqueta que se exige en la cena de gala.
Volvemos al libro “Los Básicos del Protocolo” donde se especifica dónde deben ir las condecoraciones en el frac:
El frac admite todas las medallas y condecoraciones. Si se va a lucir una banda, habrá de ponerla por encima del chaleco si el acto lo preside un Jefe de Estado (obligatorio), o por debajo, si no es el caso. Las placas de las grandes cruces, hasta un máximo de cuatro y a su tamaño natural, se lucen en el lado izquierdo. Sólo se luce una única encomienda y un solo collar. Otras condecoraciones, en miniatura, con alfiler o con cadenita.
Respecto a las condecoraciones en los vestidos de señora podemos leer esto en un post de María de la Serna para el Huffington Post el 13 de julio de 2017:
La ropa de la mujer no se lleva bien con las condecoraciones. Se suelen quejar de que afea el vestido, estropea la estética, no van con el diseño… aunque para ellas se han inventado versiones más pequeñas que se puedan añadir con cierta gracia al traje de fiesta.
Aun así, se deben cumplir unas normas:
-las órdenes se llevan con lazo de los colores de la orden del que cuelga la medalla o la cruz.
-la banda que corresponde a la condecoración o a la orden es más estrecha y se llama bandín. Se coloca del hombro derecho a la cadera izquierda.
En la cena de gala S.M. la Reina volvió a cortar el bandín para ajustarlo a su vestido. Este “ajuste” fue objeto de comentario en los medios, que incluso buscaron a expertos internacionales que señalaron que era una forma correcta de hacerlo.
En la humilde opinión de quien les escribe estas líneas, las condecoraciones no deberían adaptarse a la moda hasta el punto de tener que manipularlas para hacer esta adaptación. Una condecoración es un símbolo, como una bandera, y, si nos echamos las manos a la cabeza cuando en una inauguración la cinta que se corta es una bandera, deberíamos hacer lo mismo en casos como este.
Mención aparte merece la alcaldesa de la capital con el bandín que cuelga del hombro incorrecto y la venera utilizada a modo de broche … ¡sin palabras!
Como reza nuestro título: no hemos dado en la diana de la etiqueta.
Fotografía: www.guadanews.es
María Gómez Requejo @MariaPSC