El futuro reciente del alero neoyorquino es toda una incógnita tras su marcha de los Rockets
Desde que se confirmase la marcha de Carmelo Anthony de los Houston Rockets, a través de un comunicado oficial del propio club texano, el futuro del alero en la NBA pende de un hilo. Hace casi un mes que ‘Melo’ ni siquiera aparece por la rotación del equipo dirigido por Mike D’Antoni, al que llegó este verano desde los Atlanta Hawks, quienes lo habían cortado casi de inmediato tras recibirlo traspasado desde Oklahoma City. Fue precisamente contra los Thunder donde jugó sus últimos minutos de su breve paso por los Houston.
Carmelo está viviendo una de las peores temporadas de su carrera. El diez veces All-Star llegó a los Rockets con la esperanza de tener la oportunidad de competir por un anillo que se le resiste en uno de los mejores equipos de la liga norteamericana. Sin embargo, el de Brooklyn sólo ha llegado a disputar 10 partidos, de los cuáles 4 acabaron con victorias y los seis restantes en derrota. El malestar del jugador por el rol secundario que desempeñaba, sumado a su nulo rendimiento defensivo, han sido los desencadenantes de la situación que está viviendo Melo.
En sus 16 años de carrera en la NBA, ‘Melo’ ha sabido ganarse el respeto y reconocimiento de compañeros y rivales. Con más de 25.000 puntos a lo largo de su carrera e innumerables récords con el equipo nacional estadounidense (al que lidera en puntos, rebotes y partidos, además de ser el primero en lograr tres oros olímpicos), Anthony ha dejado una huella imborrable en la mejor liga del mundo.
Su periplo en la NBA comenzó en el año 2003 tras ser elegido en tercera posición por los Denver Nuggets. Durante las 7 temporadas que permaneció en la franquicia de Colorado imprimió un gran salto de calidad al equipo, consiguiendo acceder a los playoffs en todas ellas. Precisamente ahí reside la gran espina del neoyorquino, ya que excepto en la temporada 2008-2009, en la que cayeron en la final de la Conferencia Oeste ante Los Angeles Lakers, no lograron avanzar más allá de la primera ronda en el resto de ellas. Pese a todo, Carmelo promedió más de 20 puntos en cada temporada en Denver y formó una gran dupla junto a Allen Iverson durante dos años.
En febrero de la temporada 2010-2011 fue traspasado a los New York Knicks, donde inició un nuevo periodo de 7 años en la franquicia de la ‘Gran Manzana’. Allí, pese a que los primeros años fueron positivos, logrando incluso ser el máximo anotador en la campaña 2012-2013, pasó por un periplo de lesiones que le lastraron tanto física como mentalmente. Con la llegada al equipo de de Kristaps Porzingis, Carmelo perdió protagonismo y en 2017 decidió aceptar un nuevo reto: abandonar el Madison Square Garden y formar un nuevo ‘Big Three’ junto a Russell Westbrook y Paul George en los Oklahoma City Thunder.
Sin embargo, su rendimiento estuvo muy por debajo de lo esperado y al inicio de este año firmó con Atlanta Hawks, que posteriormente le cortó para que firmase una temporada como agente libre con Houston Rockets. Desde entonces, poco se ha sabido de Carmelo. El fin de sus días en Texas es un hecho, pero no podrá ver concluida su vinculación con la franquicia -de la que recibe el mínimo salario por veterano de 2,4 millones de euros- hasta mediados de diciembre. A partir de entonces, su futuro es incierto, aunque se ha rumoreado que LeBron James (con quien guarda una gran amistad desde su etapa universitaria) ha solicitado su fichaje para Los Angeles Lakers. Otros, en cambio, como el exjugador Tracy McGrady, le han recomendado su retirada para «no llenar de negatividad su legado». Ahora, la decisión está en manos de Carmelo.
