El italiano Vincenzo Nibali ha conseguido este año en el tour de Francia 2014, la victoria en las tres grandes vueltas del ciclismo y se convierte así en el sexto corredor de todos los tiempos que lo consigue. Lo ha hecho de forma brillante, en una carrera que ha dominado desde el principio y en la que solamente la sombra del abandono de Chris Froome y Alberto Contador, a priori los dos grandes favoritos, puede poner alguna duda sobre su auténtica valía.
Nibali ha completado un tour tácticamente perfecto, en el que comenzó a destacar ya en tierras británicas, con una victoria temprana en la segunda etapa, y donde pronto se vistió de amarillo. La etapa del pavés, temida por todos y que acabó convirtiéndose en un infierno por el frío y la lluvia, supuso el segundo gran golpe de Nibali, que ganó tiempo sobre todos sus rivales y que, además, vio cómo el vigente ganador, Chris Froome, abandonada por caídas y estrés.
El paso por los Vosgos, este año más duro que nunca en el tour, supuso la sentencia definitiva de un Nibali que se mostró pletórico en La Planche de Belles Filles, ganando la etapa y abriendo diferencias insalvables en la general. Pero, sobre todo, esta etapa fue decisiva por la caída y posterior abandono de Alberto Contador, a priori el gran rival de Nibali, que se vio obligado a abandonar por una fractura de tibia. El paso por los Alpes supuso una confirmación de la grandeza de Nibali, que metió tiempo en las dos llegadas en alto.
Con esta victoria, el italiano completa el triplete en grandes vueltas y se erige como todo un referente generacional, sin duda el mejor corredor italiano para grandes rondas desde Gimondi, junto con Pantani. Una leyenda que puede acrecentar en años venideros, porque en el caso de Nibali parece que lo mejor está por llegar.
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