Ledezma comenzaba respondiendo la primera pregunta que lanzaba el moderador: ¿por qué en Venezuela no hay libertad de expresión? «Porque no se puede hablar como aquí». Afirmaba tajante que «en Venezuela opinar es un delito», y que «hablar de una democracia sin libertad de expresión es hablar de una capilla sin santos». Con esta comparación, encaminaba la idea principal de su discurso: «no hay duda de que Venezuela es, actualmente, víctima de un régimen dictatorial».
Por su parte, Javier Fernández Arribas destacaba la necesidad de contar lo que está sucediendo en el país latinoamericano. Explicaba que las últimas elecciones celebradas en Venezuela fueron fraudulentas porque la Asamblea Nacional impidió que algunos partidos de la oposición sen presentasen como candidatos, razón por la que Nicolás Maduro no cuenta con el reconocimiento de la comunidad internacional y se considera que el presidente legítimo es Juan Guaidó.
Para finalizar, Ledezma insertaba un reclamo en su discurso de denuncia: «Yo le pido a España, a Europa y al mundo que no sean culpables pasivos del crimen que se está cometiendo en Venezuela».