El pasado 24 de febrero del 2016, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) celebró su anual Mesa de Economía, donde fueron destacadas las principales perspectivas económicas para el 2016. A la mesa de este año fueron invitados el jefe de Economías Desarrolladas del BBVA, Rafael Doménech, y el profesor de Economía de IE Business School Fernando Fernández, ambos moderados por Miguel Marín, responsable del Área de Economía y Políticas Públicas de FAES.
La Mesa de Economía señaló a la incertidumbre política, y la desconfianza de los mercados como obstáculos para la inversión, el consumo y el ahorro tanto a nivel global, como europeo y español.
En cuanto al entorno global, Rafael Doménech afirmó que la economía mundial está creciendo, aunque lo hace a tasas menores y a un ritmo más pausado de lo habitual. Dicho ralentizado crecimiento global supone un campo de cultivo de incertidumbres y dudas para los inversores. Asimismo, Doménech extrapoló su afirmación al caso español señalando que “la economía española ha arrancado 2016 con una tasa de crecimiento que mantiene algunas de las inercias de finales de 2015 y que en estos momentos está relativamente por encima del 3 por ciento”.
Fernando Fernández secundó las palabras de Doménech respecto a la tendencia de crecimiento en la economía mundial. Sin embargo, sugirió la posibilidad de un nuevo orden social, “el crecimiento será de una naturaleza distinta y en ese nuevo ciclo los ganadores y perdedores también lo serán”. Alertó de la existencia de un excesivo pesimismo hacia los mercados, el cual se ve respaldado por la bajada continua en los precios del petróleo y el desplome de la economía china.
Sobre este mismo tema se refirió el ex presidente de Méjico Ernesto Zedillo, que en unas jornadas sobre empleo participó en la Universidad Europea la semana pasada. Y en opinión del mandatario, el riesgo de recesión no ha desaparecido de la economía global.
Respecto a España, Fernández asegura que el país crecerá hasta un 3% en caso que se apliquen las medidas estructurales necesarias que consigan sanear la situación de incertidumbre política española. Extrapolando las palabras del presidente mejicano Ernesto Zedillo, al igual que ocurre en la economía global, la continua incertidumbre política en España podría sumergir a la nación en una nueva recesión económica. Con el fin de evitar esta situación, Marín ve necesario un compromiso explícito de los partidos políticos españoles con la continuidad de una política económica sostenible a medio y largo plazo.
En el caso de la Unión Europea, Fernández acusa a Europa de falta de madurez y fragilidad estructural derivadas de su consolidación monetaria. Para el profesor del IE, los países miembros de la Unión Europea están agotados del actual modelo europeo basado en interés cero y su liquidez excesiva. La reformulación del sistema europeo tiene lugar con la mayor crisis social sufrida por el continente, el cual se ve obligado a priorizar sus intereses: la consolidación del crecimiento y la resolución de problemas estructurales.
Isabel Berga