Antonio Barrios, ministro de salud de Paraguay, rechaza contundentemente la posibilidad de que la niña de diez años embarazada de 23 semanas tras ser violada por su padrastro tenga la posibilidad de abortar. En Paraguay el aborto solo es legal si la vida de la madre corre peligro.
Por el contrario Amnistía Internacional ha alertado de que se trata de un embarazo de «alto riesgo» y ha cuestionado que no se haya facilitado el «acceso a un aborto seguro» para la menor, que ha sido trasladada al Hospital de la Cruz Roja de la capital uruguaya. El grupo de presión encabeza en twitter la campaña #NiñaEnPeligro y recoge firmas dirigidas al presidente y al fiscal general del país, Horacio Cartes y Javier Díaz Verón.
Por su parte las organizaciones pro-vida encabezadas por Richard Izquierdo, instan a las autoridades a no ceder a las presiones ideológicas, pero sobre todo, a respetar la dignidad de las víctimas con integridad.
Este debate reabre la duda sobre la justicia incapaz de evitar la lacra que persigue a un país que en 2014 vió cómo 684 menores de entre 10 y 14 años dieron a luz mientras que unos 20.000 alumbramientos fueron de madres de entre 15 y 19 años. Así pues en enero de ese mismo año, la madre de la menor ya denunció al padrastro por supuestos abusos sexuales a la pequeña, que entonces tenía nueve años. Sin embargo, la denuncia fue archivada por un fiscal de la ciudad de Luque.
Solamente en seis países de América latina y Caribe el aborto es legal en términos generales como Cuba o Nicaragua. Según una investigación divulgada el por la Organización Mundial de la Salud , 4 millones de mujeres inducen un aborto en la zona todos los años. Una de cada 1.000 muere por causa del aborto debido a que la mayoría de los procedimientos se realizan en la clandestinidad y, frecuentemente, en condiciones peligrosas. Como resultado de este hecho, estos países se enfrentan un problema serio de salud que amenaza la vida de las mujeres e impone una severa presión a sistemas de salud y hospitales ya sobrecargados.
Lara Hombrados Herreros
