Al piloto español Carlos Sainz jr., hijo del mítico y multicampeón de rally Carlos Sainz, parece que Santa Claus le adelantó la navidad. Toro Rosso, la escudería para la que conduce el madrileño, anunció que para la próxima temporada sus monoplazas tendrán motor Ferrari.
El consejo de motor dio su visto bueno a la fusión. Una gran noticia para los seguidores del piloto español, que en 2016 vivirá su segunda temporada en la gran carpa del automovilismo mundial.
Este será la segunda vez que la escudería Toro Rosso y Ferrari trabajen juntos en la Fórmula Uno. Anteriormente, las dos marcas compitieron unidas entre las temporadas 2007 a 2013. Fueron 7 años de relación con altas y bajas.
Por ejemplo, en el año 2007, el segundo de la escuadra italiana en la máxima categoría del automovilismo, el equipo consiguió sus primeros puntos en la historia de la Fórmula Uno.
Después de un desastroso inicio de temporada, las directivas decidieron sustituir al piloto Scott Speed por el novato Sebastian Vettel (quien años después sería pentacampeón del mundo) y junto a su compañero de equipo, Vitantonio Liuzzi, hicieron una carrera de ensueño en el Gran Premio de China, al terminar cuarto y sexto respectivamente. Con ese resultado, acumularon 8 puntos para el equipo que los posicionó séptimos en el campeonato de constructores.
Para el 2008, tercera temporada de Toro Rosso en la Fórmula Uno, y segunda en compañía de Ferrari, la escudería italiana logró su primer triunfo. Sebastian Vettel dominó de principio a fin el gran premio de Monza. El piloto alemán, junto a quien fue su compañero de escuadra, el francés Sébastien Bourdais, lograron puntos importantes que catapultaron a Toro Rosso a la sexta posición del campeonato de constructores con 39 puntos.
En el 2009, los avances de la escudería se esfumaron con la partida de Sebastian Vettel a Red Bull Racing. Con dos pilotos jóvenes (Sébastien Buemi y Jaime Alguersuari), el equipo no pudo encontrar su mejor forma en la temporada y terminó último en el campeonato de constructores. La temporada 2010 no fue un año muy diferente: a pesar que Toro Rosso consiguió más puntos, su rendimiento fue muy similar al de la temporada anterior.
Para 2011 la apuesta del equipo por la continuidad de sus pilotos, Sébastien Buemi y el español Jaime Alguersuari, dio sus frutos. La escuadra italiana consiguió el punto número 100 de su historia en la Formula Uno y terminó la temporada en la octava posición del campeonato de constructores.
El 2012 fue un año de restructuración para la escudería, empezando por su pareja de pilotos. Daniel Ricciardo y Jean-Éric Vergne fueron escogidos para competir. La apuesta no fue tan fructífera como los directivos esperaban. A mitad de temporada, y ante los malos resultados, Giorgio Ascanelli, quien desempeñaba el cargo de director técnico del equipo desde 2007, fue despedido. James Key tomó su lugar, el cambió logró una leve mejoría en la recta final de la temporada y Toro Rosso terminó novena en el campeonato de escuderías con 26 puntos.
La temporada 2013 fue el último año en el que la escuadra italiana utilizó motores Ferrari. Apostó por la continuidad de sus pilotos, y al final logró meterse en el sexto puesto del campeonato de constructores.
Ahora, tras tres años de separación, Toro Rosso y la fábrica de motores del cavallino rampante vuelven a unir fuerzas. De la mano del español Carlos Sainz Jr., y el belga Max Verstappen, la escudería buscará romper con los estigmas y hacer historia en la temporada 2016 de la Formula Uno.
Jairo Castillo @jairocastillo88
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