El día 3 de febrero la oscuridad que invadió los días más triste y llenos de rabia de la historia de Argentina encontró en el estreno de “La Noche del mundo” la luz, para alumbra las injusticias que tuvieron lugar durante la dictadura militar, pero sobretodo “La Noche del Mundo” encuentra las voces, que ahora pueden gritar con fuerza, pero que un golpe de estado, el 24 de Marzo de 1976, silenció durante mucho tiempo.
“La noche del mundo” recuerda a más de 30.000 desaparecidos, a más de 5000 presos políticos y a 500 niños robados durante la dictadura militar Argentina (1976-1983), pero también a todos los testigos de este periodo de la historia del país, entre los que se encuentran amigos, conocidos, y familiares, que han buscado a sus seres queridos durante más de 40 años, deseando volver a reunirse con ellos y luchando cada día por conocer la verdad.
La investigación, convertida en documental, se centra en las historias perdidas que fueron arrojadas al pozo de Vargas, la fosa clandestina situada en Tucumán, al norte de Argentina. Este pozo, construido para abastecer de agua a un ferrocarril, cuenta con 40 metros de profundidad, donde nuevos hallazgos de restos humanos, de secuestrados, torturados y asesinados, durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, han aparecido recientemente. En esta fosa podrían haberse arrojaron cerca de 70 cadáveres, de los que se han identificado alrededor de 40.
El documental, que ha supuesto un gran proyecto tanto profesional como personal para sus creadores, encuentra su origen en la notificación que el equipo argentino de antropología forense envió a la familia de la directora Carolina Meloni en el que se informaba del hallazgo de uno de sus familiares, quien con veinte años fue secuestrado por el ejército argentino, desde ese momento comenzó la necesaria aventura de contar lo que los “ausentes: presentes” no pudieron.
La sala Azcona en la cineteca del matadero de Madrid, fue el sitio escogido para el estreno, donde el cartel de “entradas agotadas” se colgó en la taquilla del cine debido a todos los interesados en ver el documental y asistir al posterior coloquio con los directores y protagonistas, que compartieron su experiencia, durante el mes de rodaje en Argentina, en enero de 2015 y casi los dos años que ha supuesto la creación del proyecto.
En este coloquio, los responsable del proyecto, Ignacio Sacaluga, Carolina Meloni y Fernando Ávila también han querido agradecer a todas las personas que han podido hacer posible este documental, a la Universidad Europea de Madrid, a la fundación Inquietarte y a todas las instituciones argentinas por su colaboración, pudiendo incluso entrevistar al juez encargado de la causa y consiguiendo rodar en el pozo de Vargas, desde donde gritan con fuerzas todas las historias.
También han querido destacar la participación de los expertos en diferentes áreas con las que cuenta este documental, entre las que se encuentran, abogados y jueces, como Baltasar Garzón, arqueólogos y antropólogos forenses y sobre todo seis testigos de aquella época de Argentina que narran sus recuerdos, construyendo la historia de los años más difíciles del país para este documental, que como denominaba Ignacio Sacaluga es “un proyecto que tiene que hacerse”, de los que ponen en cada fotograma la importancia de tener presente los derechos humanos, que alguna vez se olvidaron, el pensamiento crítico y los valores éticos, en su forma audiovisual.
El título: “La Noche del Mundo”, tomado del filósofo alemán G. W. Hegel, hace también referencia al decreto hitleriano “noche y niebla” del año 1941, este hecho histórico que siguió como ejemplo la dictadura argentina consistía en que: “Los prisioneros capturados en países ocupados debían trasladarse a los centros de exterminio donde se desvanecían en la oscuridad de la noche y la niebla”.
Sobre este terrorífico proceso con el que la dictadura argentina se deshizo de sus víctimas, entre las que se encontraba tantos opositores del gobierno como líderes de organizaciones estudiantiles y sindicales, el dictador Videla declaró en una entrevista, repleta de crueldad, que: “No había otra solución, estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas. La solución fue la desaparición de personas, ese era el dilema, como hacerlo para que a la sociedad le pasara desapercibido, esta solución era sutil, creaba una sensación ambigua en la gente, no estaban, no se sabía que había pasado con ellos. No había otra manera. Había que desaparecerlos. Es lo que enseñaban los manuales de la represión en Argelia y en Vietnam”.
En la actualidad, los recientes hallazgos y las nuevas investigaciones descubren cada día más paz y verdad de lo ocurrido en Argentina en el pasado y dan fuerza para seguir luchando a una sociedad que el día 1 de febrero pudo ver como comenzaban los alegatos en el juicio político a Montezanti, camarista federal de Bahía Blanca, vinculado con el terrorismo de Estado e imputado por mal desempeño en el ejercicio de sus funciones. También continúan las labores de identificación y búsqueda en el pozo de Vargas donde quedan alrededor de 10 metros de restos por exhumar y analizar y donde el interesante y emocionante documental, “La noche del mundo”, ha mostrado el dolor, el miedo, la crueldad, la injusticia y la conbardia que todavía hoy esconde.
“La Noche del Mundo” es un relato sobre la ausencia, sobre los recuerdos que la memoria no puede ni quiere olvidar y sobre una lucha por la búsqueda, que ahora encuentra este documental y que defiende la idea de que conocer la historia puede alejarnos de repetirla.
Laura Morato Hervás