El cambio social es un proceso que solo puede entenderse desde la globalidad y en el que juventud y educación son los principales catalizadores. Ésta ha sido la principal conclusión del encuentro internacional de emprendimiento social “Youth and Education, agents of social change”, celebrado esta mañana en el Campus de Villaviciosa de Odón de la Universidad Europea y que ha puesto el broche final de la Semana del Emprendimiento Social.
El evento, desarrollado por primera vez en España, ha contado con la intervención de Carmen Casero, directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social; Antonio Garamendi, presidente de CEPYME y vicepresidente de la CEOE; y de Javier Dorado, director general del Instituto de la Juventud. Asimismo, en el encuentro han intervenido Francisco Polo, emprendedor social, ganador de la tercera edición de los Premios JES y secretario federal de emprendimiento, ciencia e innovación del PSOE; Daniel Truran, director de marketing y comunicación de B Lab Europa y cofundador de Impact Hub Madrid; y Bill Reese, CEO de la International Youth Foundation, que ha presentado el índice ‘Global Youth Wellbeing Index’.
La cita ha sentado las bases para lograr el cambio social, para lo que ha contado con la participación de 20 jóvenes de países como Argentina, Polonia, India, Estados Unidos, Líbano, Australia o Kenia, que han sido galardonados por el programa Laureate Global Fellows y entre los que se encuentra la española Cristina Balbás, Premio JES en 2016 por su proyecto Escuelab. Tal y como han recordado estos líderes sociales durante la mesa “Citizens of the future, citizens for the world”, los emprendimientos sociales son las empresas del futuro, tarea para la que es imprescindible que sus líderes sean capaces de centrarse en las necesidades reales de las personas para poder diseñar soluciones.
Sin embargo, para que estas empresas del futuro sean una realidad, es preciso una juventud comprometida. Precisamente en esta línea, la directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Carmen Casero, ha reconocido que “para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) necesitamos a los jóvenes”, algo de lo que “desde Empleo somos muy conscientes”.
Por su parte, el presidente de CEPYME y vicepresidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha recordado que “las empresas ya no solo están para ganar dinero, también para generar empleo y, en definitiva, dar valor a la sociedad”. Para ello, “tenemos que trabajar en poner a la persona en el centro de la empresa y la sociedad”, ha insistido.
También el director general del Instituto de la Juventud, Javier Dorado, ha hecho hincapié en la necesidad de que las empresas sean cada vez más responsables debido, en gran medida, a “la capacidad que tiene nuestra generación de ver más allá del producto, es decir, qué pasó hasta que llegó a la tienda, cuál es la RSC de la compañía o a qué dedica su beneficio”. “Pertenecemos a una generación que quiere ser ‘presidente del mundo’, pero quiere serlo pensando en global y actuando en local”, ha añadido.
Un futuro de empresas sociales
Durante su intervención, el emprendedor social Francisco Polo ha querido hablar a los asistentes “desde el corazón”, para lo que les ha recordado cuáles fueron sus comienzos en la creación de Actuable. De hecho, Polo ha agradecido el impulso que le supuso el ser ganador de uno de los Premios Jóvenes Emprendedores Sociales (JES) de la Universidad Europea con esta iniciativa en 2011.
Asimismo, Polo ha explicado que fue al darse cuenta de que hay grandes causas pendientes de resolver, como la pobreza o la homofobia, cuando descubrió el emprendimiento social. “Podríamos pensar que tiene que ser un presidente quien tendría que resolverlas, pero la realidad es que somos nosotros”, ha explicado. Es más, en base a su propia experiencia personal y profesional, Polo se ha atrevido a vaticinar un futuro diferente en el que “la gente se planteará cómo es posible en el pasado creáramos empresas que sólo pensaran en ganar dinero y no en solucionar problemas sociales”.