La obligación de cobrar las bolsas de plástico en el comercio en cumplimiento de la normativa europea, entra en vigencia el próximo 1 de julio tras retrasarse desde el 1 de marzo.

El Gobierno ha aprobado un Real Decreto que obliga a los consumidores a pagar por las bolsas de plástico en los supermercados calificadas de “ligeras”, una propuesta que salió del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Esta decisión responde al impacto medioambiental que suponen estos tipos de envases.

El fin último es que, a partir del 1 de enero de 2021, se prohíban de forma total todas la bolsas y envases semejantes a estas. Sin embargo, hay excepciones. Las bolsas de menos de 15 micras quedarían exentas de este decreto y serán gratuitas, ya que se suelen utilizar por razones de higiene para los alimentos frescos o a granel, como por ejemplo la fruta, el pescado o la carne.

España se sitúa, junto con Francia e Italia, como uno de los países de Europa con una legislación «más exigente y con una mayor visión sostenible a largo plazo para reducir el consumo y el residuo plástico. La Ley, a su vez, cumple con los objetivos impulsados a nivel europeo por la Directiva de bolsas de plástico de la Unión Europea. Esta situación, tiene como principal objetivo garantizar y asegurar que, a finales de 2019, los gobiernos nacionales no consuman más de 90 bolsas por persona por año, ya que, actualmente, cada español consume al año 144 bolsas de plástico.

«Prácticamente, el 80% de la basura que hay en el mar proviene de la tierra. La mayor parte de esta, es plástico y residuos. Ahora estamos encontrando bolsas de plástico dentro de los estómagos de aves marinas y en las ballenas varadas», declaró el Comisario Europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella.

Es un problema global cuyos efectos se aprecian en todas partes del mundo. Tan sólo en la Unión Europea se usan un total de 100 billones de bolsas de plástico al año.  Dicha situación muestra mayor gravedad y se hace cada vez más complicada al conocer más detalles de su consumo como, por ejemplo,  que el uso medio de estos envases tiene una vida de tan solo 12 minutos, mientras que pueden llegar a tardar en descomponerse más de medio siglo. Ese periodo de tiempo en el que tarda en desintegrase una bolsa de plástico, causa un efecto catastrófico en la fauna y la flora marina.

De este modo, en el camino hacia una economía circular, los líderes europeos ven una oportunidad de inversión y creación de empleo. Actualmente, es difícil encontrar un producto de consumo, como son las bolsas de plástico, en el que no se incluya este material. La producción masiva se inició en la década de los 50, y desde entonces existen grandes dificultades para llegar a disminuir, en grandes proporciones, su impacto en el medio ambiente. «En España, la recuperación de plástico es ineficaz e ineficiente. El sistema de reciclaje debe transformarse para abarcar la gestión de todos los residuos plásticos que se generan», denunció Ecologistas en Acción.