Álvaro López y Marcos Rodríguez
Este miércoles, como todos los 12 de octubre, se celebra el Día de la Hispanidad. Un 12 de octubre especial, pues era el primero que se volvería a celebrar con normalidad desde la pandemia. Un desfile donde no se verían más mascarillas ni distancias de seguridad, un desfile preparado para el disfrute de todos los ciudadanos que quisieran acercarse a verlo. Y así fue, con un Paseo de la Castellana abarrotado, sobre todo en la zona de la Plaza de Cuzco, arrancaría el desfile a eso de las 11:00.
El desfile no se alejaría de alguna polémica, como venía siendo común en los últimos años. Y es que, según el protocolo, los Reyes son los primeros en llegar y los últimos en irse. Ese es el protocolo que Pedro Sánchez se habría saltado con la intención de tratar de evitar posibles abucheos hacia su persona en el desfile del día de la fiesta nacional. Tres han sido los minutos que ha tardado el presidente del gobierno en llegar al punto de encuentro con sus majestades. Si Pedro Sánchez tenía alguna esperanza en que este año fuera algo diferente al anterior y no fuese claramente abucheado por la mayoría de los presentes, está claro que no ha salido como quería. Ante esta pequeña pero significativa tardanza se justificaba con que él había salido “cuando le han dicho”.
Después del recibimiento de sus majestades a Pedro Sánchez y a los ministros que le acompañaban tuvo lugar el himno nacional, el cual se respetó y admiró en silencio por la miles de personas que albergaba el paseo de la Castellana el ambiente cambió a una serie de insultos y de abucheos hacia Pedro Sánchez.
A este desfile acudieron todos los presidentes de las comunidades autónomas, excepto 2, Peré Aragonés por parte de Cataluña e Íñigo Urkullu del País Vasco. En cuanto a los ministros menos 4 el resto estuvieron presentes, estos fueron la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que se encontraba en Washington cubriendo actos oficiales. Otra ministra que no pudo asistir fue Teresa Ribera como ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico y tercera vicepresidenta que viajará a Praga para representar a España en unas reuniones con los responsables de Energía de la UE. Para cerrar la pequeña lista de ausencias la cerraban el ministro de Universidades, Joan Subirats, y la ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, que se encuentra en la recta final de su embarazo.
Los problemas de Pedro Sánchez con el público es algo ya recurrente, sobre todo dentro de su entorno en el PSOE, a diferencia de otros presidentes de otras comunidades autónomas que pertenecen al partido, como el de Castilla La Mancha, Emilio García Page el cual fue recibido totalmente diferente a Pedro Sánchez, idolatrado, pidiéndole fotos, incluso a dar abrazos a los que se acercaban con amabilidad al presidente manchego. La noche y el día.
Después del desfile y de su hostil recibimiento, el presidente del gobierno se dirigió al Palacio Real con el resto de invitados. Sin embargo, lejos de acercarse con los invitados y relacionarse con ellos, no apareció en el comedor de gala hasta que aparecieron sus majestades. En ese momento, los periodistas se abalanzaron sobre el presidente cuando se encontraba con los Reyes, Pedro Sánchez se alejó de los Reyes que se mezclaron con los invitados mientras que él se alejó en vez de esperar al Monarca y a su esposa, abandonando el salón apenas minutos después de haber entrado.
