Charlotte Cubillos
La feria del libro de Fráncfort que es la más importante del sector editorial mundial, abre a los profesionales su 74ª edición este miércoles. Durante cinco días en esta ciudad alemana, se ha desvirtualizado tras dos años de paro por la pandemia, con España como país invitado y con la guerra de Ucrania muy presente en el horizonte.
Daniel Fernández, editor de Edhasa y presidente de la Federación de Gremios de Editores, explica que “El sector editorial llega reforzado después de la pandemia: hemos facturado más dinero, vendido más libros y hemos vivido un relativo salto en nuestros famosos índices de lectura. Se trata del primer Fráncfort desde 2019 y llegamos en un momento en que hay un moderado aunque firme optimismo pese a la crisis energética y la alarma por la guerra en Ucrania”. Sin embargo, la feria no ha recuperado todavía las cifras anteriores a la pandemia ya que la asistencia se calcula en un 70% con respecto a 2019.
Esta edición tiene a España como protagonista ya que esta representada por 200 autores, 400 editoriales y un intenso programa cultural.
Además de España, también tiene a Ucrania como protagonista, con la sombra de la guerra especialmente presente en Alemania. Con los editores rusos ausentes por las sanciones, la feria ha reservado un espacio enorme para Ucrania y ha invitado a autores y editores. El presidente Volodímir Zelenski pronunciará un discurso virtual el jueves. Además, el escritor ucranio Serhiy Zhadan Galaxia Gutenberg publicará en breve su novela Orfanato recibirá el premio de la Paz que cada año entregan los libreros alemanes.
Además, el Ministerio de Cultura español lució su mejor carta con una demostración que lleva años preparando ya que técnicamente, España era el invitado de la edición de 2021, pero decidió retrasarse porque la pasada edición fue ante todo virtual. La directora general del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura, María José Gálvez, explica que “Nuestro objetivo es generar oportunidades para el sector de la edición”, “Hemos trabajado para aumentar la visibilidad, hay que buscar un hueco, enseñar lo que estamos haciendo, y esta feria es una ventana privilegiada”, añade Gálvez, quien considera que uno de los objetivos principales es aumentar las traducciones de autores españoles. Desde que se anunció en 2019 que España iba a protagonizar la feria, el Ministerio de Cultura aumentó en casi un 45% las ayudas a la traducción con dos líneas de ayudas de tres millones de euros, que han permitido, por ejemplo, la traducción de más de 400 títulos al alemán.
El editor Daniel Fernández se pronuncia en un sentido parecido: “El ministerio parece que se lo ha tomado muy en serio y ha reforzado sus políticas y sus apoyos a la traducción. La lengua española representa un auténtico petróleo. España no es el centro del mundo hispánico, aunque sí editorialmente. Y es algo que necesita reafirmarse, sobre todo porque la traducción de autores españoles no se corresponde con el espacio que ocupa el español como lengua extranjera”.