Marcos García Castiblanque

Entrevista con Diego García Monsonís, periodista de DAZN y autor del libro “Los ídolos están solos”.

Pregunta: ¿Cómo fue tu experiencia como estudiante de la Universidad Europea?

Respuesta: Fue una experiencia muy agradable y muy positiva, primero porque había todos los aparatos de última tecnología en la Universidad Europea, trabajábamos con equipos muy buenos, teníamos muy buenos profesores, en mi caso, hoy en día uno de ellos es un compañero de trabajo que es Juanjo Ceballos, que es técnico en Onda Madrid, y es una maravilla de persona y un excelente profesor. Fue una experiencia muy satisfactoria, una experiencia muy positiva, siempre hablaré muy bien de mi universidad. Primero porque es de dónde tengo mi licenciatura de periodismo, y segundo porque hay excelentes profesionales, un maravilloso equipamiento y por supuesto que tuve una gran experiencia con los compañeros, y muchos de ellos a día de hoy, son mis amigos. Una experiencia inolvidable, y que repetiría una y mil veces más.

P: ¿Por qué te apasiona el periodismo deportivo?

R: El periodismo me apasiona desde siempre. Recuerdo cuando era pequeño y jugaba a las chapas, y narraba esos partidos de chapas. Un día hicimos un programa de radio en casa con un amigo de mis padres. Yo tenía 13-14 años, e hicimos un programa de radio en una cinta de casete. Cada vez que lo escuchaba, recordaba ese momento mágico que viví con ese chico, y yo quería ser locutor de radio y quería ser periodista deportivo, porque me gustaba el deporte y me gustaba el periodismo. Además, mi abuelo creó la primera emisora de radio en Burriana, una provincia de Castellón. Posteriormente vino a Madrid para trabajar en la cadena SER. Es un poco de raíces. Eso me marcó, y me ayudó a decidir qué quería estudiar periodismo y trabajar en la radio. 

P: ¿Cómo surgió la idea de escribir el libro “Los ídolos están solos”?

R: La idea surge porque yo siempre quise escribir un libro, siempre ha sido uno de los objetivos de mi vida, y no podía pasar esta oportunidad porque se me ocurrió contar la historia de mis ídolos, me apetecía contar la historia de las personas que he idolatrado desde siempre, y que incluso idolatro a día de hoy, y además, pasé por una etapa más complicada en mi vida durante dos años, entre 2015 a 2017. Esos años, me marcaron psicológicamente. Al final pasar por el psicólogo y toda la ayuda que recibí por parte de ellos, me dio pie a que quería contar la trayectoria de mis ídolos deportivos y su gestión emocional, porque mi problema vino dado por una mala gestión emocional, entonces por ello, decidí escribir este libro. 

P: ¿Por qué el libro se llama “Los ídolos están solos”?

R: El título es gracias a una idea de mi editor, el título original era “Ídolos, hicieron historia”, pero mi editor me comentó que eso no tiene nada que ver con la gestión emocional, y él decía que se tenía que poner una palabra que alimentara esa gestión emocional, y no había una palabra más adecuada que la soledad. Tras eso, me mandó un mensaje donde sutilmente me dijo el título del libro. Se quedó ese título porque, transmite todo lo que quiero decir en el libro.

P: Para ti, ¿qué es ser un ídolo?

R: Para mí, ser un ídolo, es ser un referente, alguien al que poder seguir, alguien al que poder fijarnos, alguien al que se pueda ver como una persona a la que nos queremos parecer. Es un poco lo que transmite el libro. No tiene porque ser un deportista o una persona famosa, no tiene porque ser alguien que sigas en la televisión, en el periodismo o en el cine. Un ídolo puede ser tu padre, tu hermano, tu mejor amigo, tu novia, tu hija. Eso es un ídolo, una persona a la que ensalzas porque consideras que su camino y su trayectoria en la vida marca lo que tú quieres ser. Te ves reflejados en ellos, y ese es el camino que a ti te gustaría tomar, eso es ser un ídolo y eso es una responsabilidad muy grande, ya que marcas el camino de muchas personas. Para mí los ídolos son gente a la que idolatro por su manera de ser y por su forma de gestionar, y por su forma de llevar a cabo sus metas, tengan o no tengan éxito, ya que no tiene que ver con el éxito que tienen, tiene que ver con el proceso.

P: ¿Qué quieres transmitir con este libro?

R: Quiero transmitir la importancia de la gestión emocional, si algo tiene que transmitir este libro, es eso. Este libro, más allá de tratar el deporte, ya que hablo de los deportistas que idolatro, es un libro de gestión emocional, y quiero transmitir la importancia de esa gestión emocional, no hay nada más importante que eso en la vida.

P: ¿Cómo funciona la gestión emocional?

R: La gestión emocional funciona de una manera automática, somos nosotros quienes gestionamos nuestras vidas en función de lo que vamos aprendiendo a lo largo de nuestros años. La gestión emocional no te la enseña nadie, no la vas a aprender en la universidad, no la vas a aprender en el colegio. Es un error muy grave de nuestra sociedad, ya que a mi parecer, es más importante saber gestionar nuestras emociones, que al final convivimos con ella todos los días a todas horas, que hacer una raíz cuadrada. Yo no digo que eso no se tenga que aprender, pero si eso lo aprendemos en colegio, ¿por qué no estudiamos nuestra alma, nuestras emociones y sentimientos, la empatía, el amor, la pasión, el odio, la envidia, el ego? Tan difícil es ofrecer o ayudar a la gente a tener una caja de herramientas para poder gestionar todo esto. A mi me parece que es lo más importante de nuestra vida, porque desde que te levantas hasta que te acuestas, estás con tu gestión emocional a todas horas. Porque desde que te levantas, ya tienes que gestionar si te levantas bien o te levantas mal, si te tomas un café, si te sienta mal o te sienta bien, si coges el coche, con quien te enfrentas en la carretera, si te enfadas o no te enfadas si alguien se te cruza por el camino, todo eso es gestión emocional, y como no lo sepas gestionar bien, te puede llevar a muchos problemas no inmediatamente, sino a lo largo de muchos días acumulados, a lo largo de muchas veces en tu día a día mal gestionado. Entonces, la gestión emocional funciona con una aprendizaje que se debe instaurar en los colegios y universidades, y con una caja de herramientas que te van a enseñar a gestionar de la mejor manera tu vida para que hagas lo que consideres que es correcto, porque sino caes en un pozo en el que no eres feliz, ya que no alcanzaras esa felicidad si no sabes gestionar bien tus emociones, por lo que una buena gestión emocional, es igual a felicidad. Además, lo más importante, es amarte a ti mismo, ya que si no haces eso, no puedes amar a nadie.

P: ¿Consideras distinta la gestión emocional de un deportista a la de otras personas?

R: No, considero que algunos deportistas como Rafa Nadal, dejan un legado extraordinario de gestión emocional. Este deportista, gestiona emocionalmente su vida de una manera brillante, es una persona que no ves que se enfade en la pista, que cuando pierde, sabe admitir su flaqueza, y por supuesto, da la mano al contrario. Acepta las victorias y las derrotas de una manera que es prácticamente igual, y es una persona que nos deja que más allá de sus títulos y su manera de competir, nos deja el mayor legado que un ser humano pueda tener, que es su gestión emocional, y por eso en este caso, si es distinto, porque es una persona que maneja muy bien las emociones, pero igual que lo hace Rafa Nadal, lo puede hacer un empresario de éxito, o un médico, o cualquier persona. Es decir, la gestión emocional no difiere de una persona que tenga una profesión u otra, está va acompañada con la vida y la sociedad. Hay deportistas que gestionan francamente mal sus emociones, lo que les lleva a una situación complicada y delicada, y hay deportistas que lo hacen muy bien. Es por ello que la gestión emocional no tiene nada que ver con el deporte, no se gestiona de manera diferente y Rafa Nadal es todo un ejemplo de una persona que realiza una gestión emocional brillante.

P: En caso de no poder controlarla ¿cómo crees que pueden gestionar sus emociones los deportistas?

R: Exactamente igual que todo el mundo, que es acudiendo a un psicólogo, que son los especialistas en gestión emocional, y dándole la vuelta de todo lo que esté perturbando a esa persona, a todo lo que le está haciendo evadirse, a todo lo que le está convirtiendo en una persona que no quiere ser. Entonces, la mejor manera, es acudir a ese psicólogo para que te de esas herramientas necesarias para poder crecer personalmente en gestión emocional.

P: ¿Crees que antes la gestión era distinta o más complicada que en la actualidad?

R: No sabría decirte, porque no se cómo era anteriormente esa gestión. Yo entiendo que como todo en la vida, habrá tenido una evolución, un proceso, un estudio, y que evidentemente nos vamos enterando que la salud mental, empieza a ser algo más importante de lo que pensábamos, y es que no es que empiece a ser ahora más importante, esto lo ha sido siempre, pero por fin se han dado cuenta de que hay que darle la publicidad que necesita para que las personas sean conscientes de la importancia de la gestión emocional.

P: ¿Por qué has añadido a ídolos como Coral, Rafa Nadal, Ronaldo o Mbappé? 

R: Primero, porque son mis ídolos. Yo no sé si Rafa Nadal es el ídolo del 90% de la población de este país, pero debería ser el del 100% porque es una persona excepcional, es alguien maravilloso que todo el mundo debería tratarlo como a un referente en su trabajo, en su gestión, en compromiso, en su esfuerzo, en su motivación. El capítulo de Coral, es uno de mis favoritos sin duda alguna porque es una persona tan excepcional, fuera del tatami, que merece mucho la pena conocerla. Es lo que quiere reflejar el libro, que es conocer a estos ídolos cómo lo son de verdad y cómo son personalmente, más allá de lo que vemos en la televisión. 

P: ¿Qué ídolo te hubiera gustado haber añadido?

R: Me he dejado bastantes, al final, tienes muchos ídolos durante el camino. Muchos futbolistas como Futre, del Atlético de Madrid, que sale algo reflejado en el libro, pero cuenta su historia contada. En otros ámbitos del deporte, me gustaría haber contado la historia de Michael Jordan, que es mi ídolo del baloncesto. Al final no lo metí, porque es un deportista muy conocido. Podría comentar muchos deportistas que idolatro y qué merecen estar en un libro así. Pero si solo pudiese nombrar a uno, sería a Michael Jordan. 

P: Cómo ex alumno de la Universidad Europea ¿qué consejo darías a un alumno de periodismo de la Universidad Europea?

R: Mi consejo es que los estudiantes de periodismo tengan mucha paciencia, porque el trabajo no sale nada más salir de la universidad, pero que nunca cesen en el empeño, que sean constantes, que sean muy profesionales, que sean autocríticos, que sean autoexigentes, que sean ellos mismos los primeros que se exijan el ser los mejores para buscar ser los mejores aunque luego no lo sean, pero se tienen que exigir como el mejor. Ser muy constante, y sobre todo ama tu profesión, quiérela mucho porque es la única manera en la que vas a poder llegar a donde quieres llegar, es la única forma de encontrar tu camino ya sea de un lado o de otro, y al final, yo si que les diría, tanto a los alumnos, como a las personas que no consiguen encontrar trabajo dentro de esa frustración en la que no encuentran el camino que ellos eligieron en su momento, que si peleas, si luchas, si tratas de pelear al máximo por tus sueños, estos se hacen realidad. Muchas personas quieren narrar un partido, salir en la televisión, escribir un libro, escribir en un periódico, pero de eso, solo hay una o dos personas, y de eso, no existen tantas personas que tengan de verdad la ilusión y la pasión de hacer eso. Al final, todo se resume en querer conseguir algo para lograrlo, esa es la meta que se tiene que marcar. En este mundo, existen dos factores que mueven a la sociedad, que son la pasión y la necesidad. La pasión no tiene porque ser desmesurada, y la necesidad no tiene porque ser económica, pero si se tiene pasión y necesidad, todo va a salir bien. Si no tienes ninguna de las dos, será un fracaso, si tienes una de las dos, irá todo bien, y si tienes las dos, se tendrá éxito garantizado, porque le va a mover, lo que mueve el mundo.