Amanda Mathison
Un kamikaze se hizo estallar este miércoles a la entrada del ministerio de Relaciones Exteriores en la capital de Afganistán, dejando una veintena de víctimas, en un momento en el que se esperaba la llegada de una delegación china.
Los talibán afirman que han mejorado la seguridad desde su retorno el poder en 2021. Pero estos últimos meses se han registrado varios ataques, gran parte de ellos reivindicados por la base local del grupo yihadista Estado Islámico, el EI-K (también denominado ISIS-K).
Un equipo de AFP estaba realizando una entrevista dentro del ministerio de Información en las cercanías y el chófer que estaba esperando vio a un hombre armado y con una mochila que pasó por su lado antes de hacerse explotar.
«Vi entre 20 y 25 víctimas. No sé cuántas de ellas estaban muertas o heridas. Estaba esperando en el coche, cuando vi a un hombre con una kaláshnikov en el hombro y llevando una bolsa. Pasó cerca de mi auto y, unos segundos después, hubo una fuerte detonación. Vi a este hombre hacerse estallar», dijo el conductor Jamshed Karimi.
El portavoz de la policía de Kabul, Khalid Zadran, confirmó la explosión e indicó que «lamentablemente causó víctimas». «Los equipos de seguridad llegaron a la zona», tuiteó.
Ustad Fareedun, un funcionario del Ministerio de Información, afirmó a Reuters que el terrorista suicida planeó entrar en el Ministerio, pero no tuvo éxito. «Veinte personas han resultado muertas y hay varios heridos», ha confirmado.
Tras la explosión había varias personas que yacían en la calle fuera del recinto de seguridad donde está el ministerio, según un video verificado por Afp. Algunas personas sollozaban en el suelo, pidiendo ayuda y algunos viandantes intentaban asistirlos.
El edificio que alberga el ministerio parecía no haber sufrido daños.
«Hoy una delegación de China debía visitar el ministerio de Relaciones Exteriores, pero no sabemos si estaban presentes en el momento de la explosión», dijo el viceministro de Información y de Cultura, Muhajer Farahi.Por su parte, Ahmadulá Mutaqi, un alto funcionario en el despacho del primer ministro dijo que no había ningún extranjero en el momento del ataque.