Érase una vez Finlandia, el Messi de los países. Digamos que aquel dicho con el que amenazaban los profesores en el colegio cuando regañaban a algún alumno; «¿Si Pepito saltara por la ventana tu lo harías?», con Finlandia la respuesta positiva estaría más que asegurada. Suele ser la comidilla de reuniones europeas y la pesadilla del ministro Wert cada vez que innova en materia educativa.
«Adiós a las caligrafías dentro del currículo escolar. Se desarrollará más el uso del medio tecnológico sobre el manual» es el titular que nos regala Javier Garrido, profe en Finlandia, tras el boom del notición a escala mundial que dio el Instituto Nacional de Educación del país hace unos días. Por lo visto, la letra cursiva es difícil de aprender y poco práctica.
Muchos han calificado las nuevas propuestas como apoteósicas, el fin de una era. Y es que a partir de 2016 la mecanografía primará en las escuelas finlandesas. «Se desarrollarán las habilidades y capacidades de escritura por desarrollo personal» y hasta aquí todo parece normal e inevitable, la tecnología es nuestro pan de cada día. Sin embargo, Javier continúa, «… pero no haciendo Cuadernillos Rubio«. ¡Qué cunda el pánico!
Todos los aquí presentes recordamos con añoranza aquellos cuadernillos de todos los colores, materias y niveles. ¿Podríamos haber sido hombres y mujeres hechos/as y derechos/as sin este elemento en nuestra infancia? A pesar de que el bombo supone más que el cambio, queremos poner las cartas sobre la mesa, ¿qué pros y contras supone?:
El debate está servido. Sin embargo, nosotros siempre recordaremos aquellos cuadernillos que tan felices nos hicieron.
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