Un Maracaná a reventar con un escenario pintado de rojo, pero no precisamente por la selección española, sino por «la roja» de Sampaoli que casi juega de local con sus 40.000 fieles en las gradas del coso de Río de Janeiro,
La cálida tarde de Río nos regaló a unas selecciones de España y Chile que salieron a por una batalla épica, de esas que se veían en los campos de batalla con griegos y espartanos dando su vida por defender sus ideales, estos deportistas hoy dejaron todo en la cancha.
Ya comenzado el partido, Chile tuvo la primera con una internada peligrosa de Arturo Vidal que luego de su centro envía al córner Javi Martínez, comenzaban a jugar los nervios una parte crucial del encuentro, en apenas un par de minutos del inicio.
Minutos más tarde, un balón perdido por Xabi Alonso en la mitad de la cancha, que recuperó Alexis y comenzó un contragolpe letal y veloz, junto con Arturo Vidal y Charles Aránguiz, en donde este último se libra de Sergio Ramos con un regate corto y deja frente a Casillas a Eduardo Vargas, que lo elude y la manda al fondo de las redes colocando el 1-0 cuando corrían 20 del primer tiempo.
El juego parecía algo roto, con idas y vueltas de parte y parte, y en una de esas, lo que parecía una falta sin peligro por la ausencia de la magia del «mago» Valdivia, la selección de Chile saca petróleo de un tiro con efecto de Alexis Sánchez, que Iker Casillas despejó al centro del área y ante una apacible defensa española, Charles Aránguiz se puso la capa de superhéroe y con un derechazo a tres dedos, puso el segundo en el electrónico a dos para el final del primer acto, ante la mirada asombrada de la prensa internacional.
Para la segunda mitad, el estratega español Vicente del Bosque dio ingreso al atlético Koke en lugar de un desconcertado Xabi Alonso, que tuvo unos primeros 45 divagando por el medio sector y que además se ganó una tarjeta amarilla por falta agresiva sobre Mauricio Isla, cuando intentaba una de sus corridas por banda que caracterizaron su participación en la primera parte.
Al transcurrir una hora de juego, finalizó de nuevo el regalo que se le entregó Del Bosque a Diego Costa, el de Lagarto de nuevo desperdicia otra ocasión y en su lugar entró el que abrió la senda victoriosa de la selección española en la final de Viena ante Alemania en la final de la Euro 2008, Fernando Torres.
El partido corría y la selección española era un vendaval contra el área de Claudio Bravo, pero con más ganas que fútbol, echando en falta hoy más que nunca de un «cerebro» en el mediocampo, Xavi Hernández, que siempre generó el mejor fútbol del equipo hispano, pero Del Bosque prefirió en su lugar a un volante con llegada como el canario Pedro Rodríguez para este compromiso tan importante para sus aspiraciones de revalidar el título mundial.
España luchaba contra la hoy muralla blanca que dispuso Sampaoli, desde el 2-0 del primer tiempo, pero no hacían más que chocar contra una férrea defensa liderada en el fondo por Gary Medel, quien estaba al mando del «autobús» chileno en el área de Bravo.
Del Bosque buscó alternativas echando mano a su banquillo, pero estas llegaron tarde, como las ganas de una selección tan laureada en los últimos años que en sus dos presentaciones en Brasil 2014 dejó de mostrar su garra y la furia que alguna vez caracterizó a la selección española. Cazorla en lugar de Pedro pensó el técnico salmantino que sería la solución para salir del abismo en el que estaban.
El milagro no llegó, la roja española se cayó y hoy la prensa mundial ha de reseñar esta debacle, «fin de ciclo», será en gran medida la tónica de los titulares del jueves, que en la coronación del nuevo Rey Felipe VI, tendrán mucho más que un día de descanso y recogimiento para todo el pueblo español, sino que también podrán sentarse a reflexionar, que no es hora de buscar culpables.
Lo mejor que puede hacer el aficionado de la selección es recordar las memorias aún vigentes de las grandes hazañas logradas por un equipo que hoy termina una participación mundialista, pero que a partir de esta caída debe salir a por nuevas epopeyas y con mucha más hambre de triunfo, para que su futuro no se quede en unas páginas gloriosas de principios del 2000 y se coloque de nuevo en lo más alto del fútbol mundial.
Ficha técnica:
España:
Iker Casillas, César Azpilicueta, Javi Martínez, Sergio Ramos, Jordi Alba, Xabi Alonso (46′), Sergio Busquets, Pedro Rodríguez (76′), David Silva, Andrés Iniesta y Diego Costa (64′).
Chile:
Claudio Bravo, Gonzalo Jara, Gary Medel, Francisco Silva, Eugenio Mena, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz (64′), Mauricio Isla, Arturo Vidal (88′), Alexis Sánchez y Eduardo Vargas (85′).
Banquillo:
España:
Pepe Reina (P), De Gea (P), Raúl Albiol, Gerard Piqué, Juanfran, David Villa, Xavi Hernández, Fernando Torres (64′), Cesc Fábregas, Juan Mata, Koke (46′) y Santi Cazorla (76′).
Chile:
Cristopher Toselli(P), Johnny Herrera (P), Felipe Gutiérrez (64′), Carlos Carmona (88′), Mauricio Pinilla, José Rojas, Jorge Valdivia (85′), Fabían Orellana, Jean Beausejour, José Fuenzalida, Esteban Paredes y Miiko Albornoz.
Tarjetas:
España: Alonso (41′)
Chile: Vidal (26′), Mena (61′)
Claudio Giovannucci
@CGiovannucci11
